El piramidal o piriforme participa en prácticamente todos los movimientos que realizamos con el tren inferior, desde caminar hasta cambiar el peso de un pie a otro
El piramidal es uno de los músculos que hace posible la rotación externa. Este músculo se origina en la superficie anterior del sacro y se inserta en el borde superior del trocánter mayor del fémur. Próximo a este músculo viaja el curso del nervio ciático. Si el piramidal se inflama o se irrita, puede causar ciertos espasmos musculares, esto lo que ocasiona es una presión continua sobre el nervio ciático, causando por tanto un dolor que irradia desde la zona glútea y se extiende por la pierna, a esto le llamamos Síndrome del piramidal.
Cómo se produce el síndrome piramidal
- Se puede producir por un espasmo muscular
- Por una carrera más larga de la cuenta,
- Por una carga mayor de entreno,
- Por un engrosamiento del músculo producido por una mala biomecánica, que va sobrecargando el músculo con el tiempo
En el caso de los corredores, el origen del síndrome del piramidal está en la aplicación de una mala mecánica de carrera.
Un corredor de fondo genera un número importante de impactos durante la carrera. Puede ocurrir que la musculatura estabilizadora, de la cintura pélvica, el glúteo medio, o el piramidal, no estén del todo trabajados para el ejercicio que hacemos o esté asumiendo una carga mayor de la que puede soportar. Entonces aparece el síndrome. También puede derivar de una mala biomecánica de la pisada.
Si no sabemos que tipo de pisada tenemos y corremos con un calzado adecuado a nuestra pisada, aumenta la probabilidad de desarrollar el síndrome del piramidal.Para evitar el temido síndrome del piramidal, te recomendamos que estires la musculatura después de tu entrenamiento de carrera.
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Prevención y tratamiento
El tratamiento mediante medidas físicas debe ser la primera indicación con estiramientos y ejercicios que mejoren la contractura y con medidas de ergonomía en la vida cotidiana y en el ámbito laboral.
En ocasiones hay que combinar el Tratamiento Fisioterápico con el Tratamiento Médico (farmacología) para disminuir la inflamación y compresión o irritación del nervio ciático.
Con los tratamientos fisioterápeuticos el objetivo es mejorar la irrigación sanguínea del nervio ciático, normalizando el tono muscular de la zona lumbar, sacra, glútea y de las piernas, para potenciar y evitar que la lesión se pueda repetir, es muy beneficioso acompañar los tratamientos con un trabajo de:
Equilibración, Potenciación y Readaptación de las dos extremidades inferiores y la cintura pélvica.
Cuando esto fracasa, la realización de bloqueos analgésicos o con toxina botulínica mejora significativamente el cuadro durante periodos prolongados lo que lo convierte en una excelente alternativa terapéutica con escaso nivel de intervencionismo.