En este tema de las metas, objetivos y meta objetivas, habrá muchos eruditos y expertos que definan las mismas con una riqueza intelectual, académica y teórica extraordinaria, por ende no es mi intención profundizar en su definición por temor a
quedar corto en lo que significa una meta o un objetivo

Metas objetivas, para hablar de este tema puedo jugar un poco con la mezcla de ambas palabras, ya que no es lo mismo hablar de metas solamente, objetivos aisladamente.

Si bien soñar es gratis, no tiene costo, y básicamente queda destinado al deseo y la
imaginación de su creador, uno puede soñar con ser cualquier cosa en la vida, en
cualquier momento historio, en el futuro o en el pasado, aunque los motivadores hablan que todo comienza con un sueño, y pienso igual, si ese sueño no despierta con acciones y esfuerzos solo en sueño se queda, las metas en concepto son deseos,
sueños, expectativas de algo, basadas en el futuro y no en la acción presente.

En pocas palabras una meta es una propuesta a futuro, es una ilusión, un enunciado, un deseo, por ende una meta puede ser cualquier expresión, “quiero ser”, “quiero tener”, “quiero poseer”, “quiero estar”.

¿Esto último es una ilusión o una meta?
¿Es una meta exigente?
¿Es una meta real?

Una meta es como el amor, es, y tiene sentido para su creador, luego sus acciones
validaran si es posible, objetiva o que se haga real.

En la mente creativa del soñador, todo es posible, y mal asesorado a veces es muy
peligroso, porque lo objetivo o la realidad van a acompañar el desempeño
constantemente, dinamitando la ilusión, atención especial a esto, no estoy en contra de los soñadores y creyentes de la magia sin oficio.

Opino, que sin acción no habrá realidad diferente a la ilusión, la meta o fe se pueden
transforman en desilusión y frustración con lo cual solo podríamos reforzar el estado de fracaso previo a la creación de la ilusión o meta. Entendiendo que la meta NO nace de un momento genial y de éxito, sino de un momento de frustración, si la meta nace del éxito, ya su creador sabe el significado de plantearse objetivos y trabajar para alcanzarlos.

Considero que lo objetivo, ni siquiera lo limitan nuestras condiciones físicas o de
“pensamiento”, es una suma de nuestras creencias, experiencias, frustraciones,
aciertos, emociones y otras sensaciones que nos pudieran alejar o acercar de eso que queremos lograr y llamamos meta.

Si actúo cónsono a lo que digo querer (objetivos), y soy coherente con mis actos y
creencias, seguramente la meta se haga realidad, ya que vendrá cargada de una serie de actividades, acciones, planes y ejecuciones que me acercarán a lo deseado.

No es sólo el qué, sino el cómo. El velocista Infinite Tucker ha hecho historia en los Campeonatos de Atletismo de la Conferencia Sureste de Estados Unidos (SEC) al cruzar la línea de meta en primer lugar en los 400 metros vallas de una manera muy peculiar: con un salto ‘a lo Superman’ para superar a su compañero de equipo Robert Grant sobre la línea de meta.

Es mi creer, que el problema no está en el diseño de la ilusión, meta o deseo,
considero, está más relacionado con las acciones, objetivos, que defino para lograr eso que digo querer lograr.

Por ejemplo, “este año quiero perder 20 kilos”, eso está genial como deseo (meta),
pero cuáles son las acciones que estás dispuesto a realizar para lograrlo (objetivo), allí es donde dejará de ser una ilusión y pasará a ser parte de tu realidad, por ende lo lograrás dependiendo de las acciones que ejecutes.

Lo objetivo, desde esta poca objetiva discusión, radica en que te comprometas
realmente con tus objetivos, entendiendo que hay objetivos a corto, mediano y largo
plazo, que los objetivos serán la guía estratégica para lograr esa meta.

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Lo objetivo de tu meta será, lo contundente de tus acciones no de tus limitaciones, si
debo ser objetivo en algo es ser sincero con mis oportunidades, ser objetivo al
momento de evaluar mis oportunidades. Repito no dudo de las posibilidad y
vencimiento de las limitaciones, por el contrario, invito a ser objetivos para crear,
evaluar y mejorar desempeño, pero con acciones no con ilusiones.

Obviamente esto no aplica solo a lo deportivo, la vida es una constante encrucijada de decisiones y opciones, alternativas y resultados, en la medida que seamos más
honestos con la definición de nuestras metas y objetivos, con lo que decimos que
vamos hacer y lo que realmente hacemos, estaremos más cerca de alcanzar ese
deseo.

Lamentablemente hemos sido entrenados, para dudar, para no esforzarnos y encontrar respuestas muy rápidas a situaciones complejas, eso es poco objetivo, además invertimos más en ilusiones y planteamientos de metas que en las acciones para lograrlo.

Todo resultado tiene una acción previa, un esfuerzo, un sacrificio, una constante que va más allá del deseo, ¿Qué tanto te conectas con eso?

Es probable que haya llegado el momento de definir honestamente estrategias, metas y objetivos para tu bienestar.

Para mí, al final del día la meta es llegar a la cama con la mente y el corazón en paz,
libre de culpas y de deudas conmigo, eso también es una meta, y debo trabajar
constantemente en mis objetivos para lograrlo.

¿Qué tan cerca o lejos estás de tu meta?
¿Qué tan claro estás con tus objetivos?
¿Tienes clara tu ruta de vida?

Saludos
Carlos Armas Parra
Psicólogo Deportivo
Comunicador Social
Asesor organizacional
@carlosarmasp
Carlosarmas16@outlook.com