Deshidratarte mientras se nada es más frecuente de lo que la mayoría de los deportistas piensan

Deshidratarte en el agua también depende  de la temperatura de esta. Mayormente cuando se va a correr o a andar en bicicleta es muy seguro que no se nos olvide llevarnos alguna bebida para no deshidratarnos.

Pero la deshidratación no es algo en lo que la mayoría piensa cuando va a practicar natación.

Partimos de una idea muy común equivocada como lo es: «no sudo mientras nado», y esto es completamente errado. La sudoración es la respuesta natural del cuerpo al esfuerzo físico, y ocurre fácilmente tanto dentro como fuera del agua.

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Los triatletas en una carrera pueden perder hasta cuatro litros de líquido por hora en las condiciones adecuadas. Es posible que no se sude tanto al nadar como al correr o rodar en bicicleta, pero en realidad es más probable deshidratarse al nadar.

¿Sabías que también puedes deshidratarte nadando?

Cuando vas en bicicleta o corriendo, ves el sudor, sientes el calor, eres consciente de que estás perdiendo líquido y debes beber más agua.

Cuando nadas, no sientes tanto calor, pero puede subir tu temperatura corporal y el ritmo cardíaco, lo que tiene que hacernos ver que es necesario reponer líquidos hasta llegar a los niveles adecuados.

En un artículo publicado en 2011 en Science and Sport, investigadores de la Universidad italiana de Palermo, hicieron participar a un grupo de nadadores de élite en una prueba de 5K a diferentes temperaturas del agua, midiendo sus constantes vitales antes y después.

La conclusión del estudio fue, que el aumento de la temperatura del agua de 23 a 32 °C hizo que los nadadores sudaran el doble.

El problema siempre es dónde llevar el termo, no es tan fácil como en ciclismo. Por eso, la mejor forma de evitarlo es llegar bien hidratado a la salida y asegurarse de tener la bebida lista en la zona de transición para poder beber una se salga del agua.

Si eres propenso a tener calambres mientras nadas, puedes añadir algún suplemento deportivo al agua.

Un estudio de 2005 de la Universidad de Alabama demostró que los deportistas que bebían una mezcla de electrolitos y carbohidratos durante el ejercicio duplicaban con creces el tiempo que podían pasar sin tener calambres.

Lo que está claro es que es importante que pruebes todo antes y que escuches a tu cuerpo.