Muchas personas que sufren de asma se limitan a realizar ciertas actividades por temor a un ataque o crisis que ponga en riesgo su salud. Pero, ¿se puede correr siendo asmático? No te quedes sin saberlo.
El asma se caracteriza por respiración sibilante, una incapacidad para conseguir la cantidad requerida de aire en los pulmones, así como por una inflamación crónica de los pasajes. Los factores ambientales como el polvo y la contaminación del aire pueden exacerbar o desencadenar un episodio asmático. Aunque la mayoría piensan que la velocidad o la resistencia son los atributos más importantes para un corredor, poder respirar de manera efectiva y sin obstáculos es por lejos, mucho más importante y esencial.
Si un corredor no puede respirar, no podrá correr rápido ni por mucho tiempo. De hecho, podrá hacer casi nada y hasta podría estar en riesgo su salud.
Asma no es sinónimo de quedarte en cama
Normalmente se piensa que si tienes asma debes hacerle un cerco a los deportes, olvidarte de ellos y llevar una vida calmada. Esto no tiene nada de cierto, pues practicar alguna actividad física ayuda a mejorar la resistencia respiratoria y conseguir mejores respuestas sin tanta medicación.
Un entrenamiento constante, podría permitir convivir mejor con el asma, si bien no curarlo por completo. De hecho, son muchos los atletas que han logrado superarse y posicionarse en lo más alto.

El running entre los deportes preferidos
Los especialistas señalan entre los deportes recomendados para los asmáticos, el running, así como la natación, andar en bicicleta o simplemente caminar… Otros como el fútbol, tennis o baloncesto no se recomiendan tanto, pero todo va a depender siempre de la respuesta respiratoria que tenga cada quien.
Ahora bien, en cuanto al running, siempre que seas precavido no habrá impedimento para que disfrutes de correr y sentir la brisa rozando tu cara.

Pautas a tener en cuenta en el entrenamiento
Es importante tomar en cuenta estos puntos para el asma y el running puedan ir de la mano:
- Visita a tu médico: es importante que conozcas el grado de obstrucción que padeces y de qué forma correr podría afectar tu respiración. Además, debes tener un control adecuado antes de empezar a correr o practicar cualquier actividad física.
- No olvides tu inhalador o broncrodilatador: Si sabes que sufres de ataques recurrentes al correr, serán tu mejor acompañante; no lo dejes en casa, pues pueden reducir, y mejor todavía, evitar los síntomas.

- No te apresures: nadie te está apurando, tómate tu tiempo. Se recomienda realizar los ejercicios de manera progresiva, suave, con un calentamiento inicial, y poco a poco ir elevando la intensidad hasta alcanzar la intensidad deseada.
- Trata de evitar el frío y la humedad excesiva: el frío provoca un aumento en la bronco-constricción que dificulta respirar bien, por lo que en épocas de frío procura utilizar bufandas, pañuelos o suéteres. Asimismo, evita los lugares con una humedad excesiva, pues podría agravar tu condición.
- Aplica la técnica correcta al respirar: Recuerda, respira por la nariz y exhala por la boca.
- Suspende cuando sea necesario: Tampoco debes abusar, si tienes mucha tos o sibilancia, es mejorar que pares el ejercicio y continúes otro día.
- Corre a primera hora: Procura salir a correr temprano, pues los niveles de contaminación son menores en comparación a otras horas del día
- Evita lugares de congestión vehicular: Si te decidiste salir a correr, procura no hacerlo muy próximo a las avenidas principales, así disminuirás los efectos de la inhalación de sustancias que puedan irritar tus vías respiratorias.
Que nada te detenga
Como puedes ver, el asma y el running, si pueden ser compatibles. No hay nada que impida que una persona asmática se convierta en una estrella y llegue lejos. Si no piensen en David Beckham, exfutbolista inglés, quien a pesar de padecer asma, dio la talla por un poco más de veinte años.
Por eso, si te gusta el running o cualquier otro deporte y eres asmático, te animamos a no rendirte y seguir haciendo lo que tanto te gusta. Recuerda, los límites te los pones tú y tu mente, ¡adelante!