Estos días muchas carreras están abriendo inscripciones y seguramente quieres inscribirte ¡en todas!  y siempre acabas corriendo más carreras de las que tenías previstas ¿Cómo planificar la temporada de running respetando los tiempos de descanso entre carreras?

Si quieres planificar la temporada de running tu mismo, debes de tener en cuenta la singularidad de tu vida diaria para que sea compatible con los principios del entrenamiento deportivo y el calendario de competencias. Adaptar la correcta distribución, carga o intensidad de los esfuerzos y entrenamientos a las posibilidades reales del tiempo que dispones, los horarios, los cambios de planes, los imprevistos familiares, lesiones, enfermedades, etc. para no pasarte, pero para no quedarte corto tampoco y poder ir progresando hacia tu objetivo.

En el caso de querer progresar convenientemente, optimizar nuestro tiempo y energía y minimizar las posibilidades de lesionarnos o caer en la frustración no hay como ponerse en las manos de un profesional que nos entienda, que pueda de verdad colocarse en nuestro lugar para que con sus conocimientos, experiencia y empatía sepa personalizar al máximo tus entrenamientos, adaptarlos a tus características y modificarlos las veces que sean necesarias para llegar al éxito.

Ponerle partes a una temporada, es una garantía de éxito en el futuro

Nuestro cuerpo no es una máquina perfecta que pueda rendir al 100% todos los días del año, por lo que hay que priorizar con los objetivos que nos propongamos. Lo primero que debemos hacer es fijarnos uno o dos objetivos competitivos principales, sobre los cuales girará el resto de competiciones y entrenamientos del resto del año. Estos serán los pilares de nuestro calendario, pero a la vez tenemos que tener margen para improvisar si por alguna causa no podemos realizar la competencia, o para incluir competencias secundarias que nos servirán como carreras de preparación.

Planificación de temporada de Running 2
Las carreras de preparación podemos realizarlas a ritmos altos, de forma que vayamos probando cuál es nuestro nivel, lo que nos ayudará posteriormente para calcular tiempos de paso. Fotografía: José Javier Jatar

Como regla general, nunca pondremos un objetivo prioritario antes de los tres primeros meses de los comienzos de los entrenamientos de la temporada, ya que es muy complicado conseguir primero una base física y luego afinar con entrenamientos más específicos. Por ello, lo ideal es dividir la temporada en tantos segmentos como objetivos principales.

Al terminar un objetivo importante, le debemos un respiro a nuestro cuerpo, lo hemos hecho sufrir por lo que se merece un descanso a lo largo de un período que no podremos definir ya que en cada competición nuestro cuerpo puede sufrir diferentes variables que determinen el periodo de recuperación del esfuerzo.

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No te sobrecargues de competencias

Dependiendo de nuestro nivel, calcularemos el número de carreras que nos servirán de preparación o que también pueden ser objetivos importantes, pero siempre teniendo en el horizonte el objetivo principal. La duración de cada etapa competitiva dependerá de la distancia de nuestros objetivos, ya que evidentemente no es lo mismo que nuestros objetivos principales sean ultras de 100 kilómetros o más que maratones de montaña.

Factores como la deshidratación, el desnivel, la temperatura, la intensidad, kilómetros, la experiencia, momento de la temporada o el propio estado del cuerpo pueden determinar la fatiga en nuestra musculatura.

Fotografía destacada: José Javier Jatar