Correr en pareja puede ser una actividad que realicen juntos y que resulta muy divertida y relajante, siempre y cuando tomen en cuenta algunos consejos para evitar ratos amargos o peleas innecesarias.
Eso sí, el beneficio de salir a correr con tu pareja será posible siempre y cuando se tengan en cuenta una serie de claves para fortalecer la empatía y no la discordia. Nada de «piques» absurdos o de resentemiento por un «cambio de ritmo precipitado».

La comunicación es clave al correr en pareja
Una de las máximas en toda relación es la comunicación. Sé sincero y coméntale a tu pareja si sientes que va demasiado rápido o excesivamente lento; o bien, si necesitas detenerte unos minutos para descansar. ¡No te lo guardes! Recuerda que no somos adivinos y que si estás incómodo (a), no podrás disfrutar a plenitud.
Si bien, la comunicación es clave, tienes que saber, además, cómo decir las cosas. No es lo mismo decir “Ay no, si quieres corre tú solo”, a “Necesito ir más despacio”. Recuerda hablar con el corazón y preguntarte siempre cómo te sentirías si te hablasen así.

Dejen las cosas claras desde un principio
Antes de correr juntos establezcan sus objetivos y lleguen a acuerdos. Si lo que buscas es participar en una carrera para batir una marca, quizá sea conveniente que ese día no vayan juntos porque no podrán ir al mismo ritmo. Es muy importante concederle un espacio al otro.
Además, recuerda que hay personas que les gusta a hablar mientras corren o a otras ir con música; pongan en la mesa las reglas de juego y así evitarán problemas durante el entrenamiento.

Conoce los límites de tu pareja
Esto tiene que ver con el punto anterior, conoce las capacidades de tu pareja y sus limitaciones. No hay que competir entre ambos si sus condiciones difieren, pues lo único que conseguiremos es frustrar al otro. Pueden llegar a un acuerdo para lograr que cada uno se ponga a prueba al intentar vencer al otro.

Sé tolerante
Si sabes que tu pareja está comenzando a correr, o ha llevado a una vida completamente sedentaria, no esperes que vaya a tu ritmo ni le grites porque no hace las cosas como tú esperas. Debes ser paciente y aprender a que todo es progresivo.
No caigas en extremismos
Si te estás preparando para una carrera particular, evita dar órdenes del tipo “como me estoy entrenando para una media maratón, correremos a partir de ahora solamente 10.000 metros todas las semanas”. Para eso no te molestes en decirle a tu pareja para correr juntos, si lo que quieres es buscar un motivo para que te digan que no y estar solo.

Cuidado con los piques
Si sabes que tu pareja se toma muy a pecho todo, evita hacer “piques” o adelantarte. Si van a hacer deporte juntos no tienes porque creerte Usain Bolt ni demostrarle que eres más rápido. Acepta que llevar a tu compañero asfixiado solo logrará que no quiera a salir a correr más contigo.
Planifica entrenamientos diferentes
Si sus entrenamientos ajuro y porque sí son distintos, porque tú eres por ejemplo un atleta élite, y tu pareja no, pueden optar por compartir el calentamiento y estiramiento. No necesariamente tienen que correr juntos. No olvides que cada uno tiene sus metas. Correr con tu pareja no debe poner en riesgo los planes de cada uno.

Fomenta la motivación
Aquel que va más rápido puede motivar o apoyar al otro dándole tips o estrategias para un mejor entrenamiento, tomando en cuenta siempre no herir susceptibilidades ni decir cosas que más bien lo lleven a tirar la toalla con el running.
Olvídate de los problemas
Cuando se sale a correr en pareja es común que surja algún problema de la vida cotidiana. Sin embargo, eviten sacar en conversación cualquier tipo de problemas… Hacer deporte es disfrutar de una afición y compartir juntos. No convierten este tiempo de liberación, de disfrute, en una pesadilla.