El flato es una condición común experimentada por aproximadamente uno de cada cinco deportistas, descrita como un dolor abdominal transitorio relacionado con el ejercicio físico, sobretodo en actividades que implican movimientos repetitivos del torso.
El flato Suele ser un dolor agudo o punzante cuando la intensidad es severa, mientras que cuando es de menor intensidad se asemeja a un tirón.
¿por qué sucede? ¿Cómo aliviarlo?
Entre los factores que influyen en la aparición del flato destacan la ingesta de bebidas hipertónicas, y no tanto el contenido nutricional de la comida previa al evento deportivo.
Otros factores individuales como características anatómicas individuales (curvaturas exageradas a nivel de la columna), la edad (poco común antes de los 10 años), y el sexo (cuatro veces más frecuente en mujeres) pueden tener relación. También se ha sugerido que un calentamiento inadecuado antes del ejercicio, condiciones ambientales o simplemente la condición física pueden relacionarse con la aparición de flato.
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Son muchas las teorías que se han propuesto para explicar el porqué de este fenómeno, indican, como por ejemplo que al realizar un determinado tipo de ejercicio físico no llega suficiente cantidad de sangre al diafragma, que es el músculo que separa el tórax del abdomen.
Otros especialistas, según señalan, creen que se debe a la presencia de calambres musculares o a trastornos digestivos. Por último, la teoría más en auge es la irritación y posible fricción del peritoneo, que es la capa que reviste por dentro la cavidad abdominal. Lo cierto es que en el momento actual desconocemos el verdadero origen del flato.
La aparición de flato varía según las diferentes actividades deportivas. En los estudios realizados se ha observado que correr sobre todo largas distancias y montar a caballo son los deportes que más flato provocan, siendo menos frecuente en baloncesto o ciclismo.
Sugerencias para evitar el flato
Una vez que aparece el flato, algunos especialistas sostienen que puede resultar útil realizar ciertas estrategias de tipo respiratorio, tales como
- Inspiraciones profundas y respiración abdominal, como estirar la zona afectada.
- Realizar flexiones profundas del tronco.
- Aplicar presión manual sobre la zona o realizar contracciones máximas voluntarias.
- Hay que tratar de fortalecer lo más posible los músculos del abdomen y toda la zona del core.
- Son importantes los tipos de alimentos que se ingieren para facilitar la digestión.
- Mejorar la postura para evitar que haya un exceso de contracción entre el abdomen y la caja toráxica.
- Es importante aprender a respirar durante su actividad física y poner atención al ritmo para reducir el dolor dependiendo del costado en el que se produce, incorporando ciclos de respiración profundos.