Sales a correr se cual se las zapatillas que lleves, terminas con ampollas siempre. Te desesperas y quieres tirar la toalla acá te damos un poco de luz al final del túnel para que esto no suceda
Las ampollas salen comúnmente por la fricción de la superficie del pie con el contacto del calcetín y la zapatillas, son unas lesiones cutáneas donde la piel más superficial se separa de las capas más internas y esa separación se llena de agua corporal. Cuando ese líquido aún no se ha ido, molesta pero no tanto como cuando éste sale y la piel está rota y herida.
Suelen aparecer en los dedos, en el talón, los pulpejos o la zona metatarsal. Y son muy molestas, pero si eres un runner sabes a lo que nos referimos.
¿Por qué salen y como podemos evitarlas?
Aunque las ampollas son más comunes en las distancias largas, cuando el pie está sometido a mucha fricción y apoyo constante, también pueden aparecer por otro tipo de causas que se pueden prevenir.
El Overstriding: ¿Qué Es y Por Qué Debes Corregirlo?
Como por la combinación de la zapatilla y el calcetín, hay que saber que no ocurre por la presión de la zapatilla, sino que salen más bien por un tipo de rozamiento constante, es por ello que el calcetín es una elección básica y fundamental que tiene que estar muy pensada y adecuada para tu pie y tu manera de correr.
Pero también pueden aparecer por llevar un calzado que precisamente te quede grande y no se ajuste al pie como un guante.
El tercer factor es el calor y la sudoración que crea un ambiente muy propenso a generar ampollas.
Debemos tener en cuenta dos cosas muy importantes a la hora de correr y prevenirlas:
1- Usar unas zapatillas que transpiren y que no den lugar a crear esa esfera de humedad, que estén perfectamente adaptadas a tu pie y no te queden grandes.
2.- El uso de un calcetín adecuado. Y es aquí donde tienes que leer detenidamente, porque su importancia es un factor determinante para prevenir ampollas.
Atención a tu calcetín
¡Corre! de todos aquellos que sean de mala calidad o de un tejido que no transpire, no puedes utilizar para correr cualquier calcetín y mucho menos aquellos que mantengan la humedad dentro, pero no solamente por las ampollas sino porque un ambiente así es ideal para que proliferen las bacterias y los hongos.
Pero también debes utilizar esos que no tengan costuras que coincidan con los puntos de presión, para que no se te claven y la piel se proteja formando una ampolla.
Unos buenos calcetines son una inversión necesaria. Mejor siempre sin costuras, de material técnico y que expulsen el sudor hacia fuera.
Claro, las zapatillas tienen que coincidir con esto. Primero, estar perfectamente adaptadas y si lo ves necesario, con unas plantillas con la forma perfecta para que tus talones o puentes no se desvíen al correr y de tejido transpirable.