En los últimos años, se ha producido un creciente interés por la vitamina D, no solo por su papel en el metabolismo mineral y óseo, sino también por sus efectos extra-esqueléticos y en el sistema inmunológico. Por otro lado, también se ha asociado con enfermedades tales como el cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares, autoinmunes y una mayor mortalidad
La vitamina D se encuentra en las células de todo el cuerpo y también en ciertos alimentos, es decir, que puede tomarse tanto de forma endógena (se origina por causas internas) como exógena (se origina por causas externas). La vitamina D es necesaria para la salud y para mantener los huesos fuertes, ya que, ayuda a nuestro cuerpo a absorber el calcio (una de las piezas fundamentales de los huesos) de los alimentos y suplementos (en caso de necesitarlos).
Las personas que consumen esta substancia en cantidad muy escasa pueden tener huesos débiles, delgados y frágiles. Junto con el calcio, ayuda a proteger a los adultos mayores contra la osteoporosis (1). Además, es sumamente importante para el cuerpo de muchas otras formas, por ejemplo, la 1,25(OH)2D que es un derivado de la D3 después de su segunda hidroxilación en el riñón, se une al receptor de esta substancia (VDR), regulando así la transcripción genética y promoviendo la síntesis de proteínas que intervienen en el transporte de calcio, fósforo y en la proliferación y diferenciación de fibras musculares.
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Mantener los niveles óptimos de vitamina D estimula el sistema inmunológico y aumenta las defensas
Los bajos niveles de vitamina D se asocian con un aumento de las enfermedades infecciosas, en particular las enfermedades respiratorias como la gripe y la neumonía.
Por el contrario, unos niveles adecuados de vitamina D se asocian con una mejora del sistema inmunológico y una disminución de las infecciones virales y bacterianas. (Gunville, 2013; Ginde, 2017; Wimalawansa, 2018).
¿Cuánta vitamina D necesito?
La cantidad de vitamina D que se debe tomar no se conoce con precisión y depende del peso corporal de cada persona, de los niveles iniciales de plasma y de la estación del año.
La dosis de vitamina D debe ser ajustada individualmente para alcanzar la concentración deseada.
Por lo tanto, para fortalecer el sistema inmune, se recomienda una dosis de 1000 a 4000 UI por día dependiendo de la deficiencia.
Recomendaciones
No cabe dudas que esta substancia cumple un rol fundamental a la hora de prevenir enfermedades y mantener nuestro sistema inmune fuerte. En medidas básicas, es recomendable tomar al menos 30 a 40 minutos de sol al día y realizar ejercicio físico de forma periodica, esto sólo no elevará los niveles de vitamina D y calcio, si no que fortalecer a nuestro sistema inmunológico a la hora de estar expuesto a agentes patógenos externos.
Por otro lado, al salir de esta cuarentena es recomendable evaluar tus niveles de vitamina D en laboratorio y consultar a tu médico sobre tus niveles de 1,25 (OH)2 vitamina D, ya que, ha demostrado según evidencia ser el indicador más fiable.
Muchísimas personas son deficientes a este nutriente (por no tener una habitual exposición al sol y a nutrientes ricos en esta substancia como los pescados grasos) y no lo saben, 7 de cada 10 personas podrían presentar un déficit de vitamina D, por lo cual, es recomendable medir sus valores y en caso de necesitar suplementación valorar esta posibilidad junto con un profesional.