“Lo importante es competir” frase trillada y repetida mil veces en los diferentes escenarios deportivos. No importa el resultado final si compites bien y mejoras los tiempos, ¿Realmente importa competir y estar en los números? ¿Importan los tiempos y resultados? Si no importan para que competimos y nos esforzamos
Uno de los mitos más perversos es conformarnos con una gestión deportiva que de números, que no piense en el atleta como ser humano, pero competir para no ganar tampoco permite mejorar la gestión el desempeño y mucho menos hacer del competidor una persona atenta a sus metas, deseos y esfuerzos.
Más allá de los que aprendemos en el campo, en la teoría o en la acción deportiva, la derrota es un aprendizaje seguro, pero que nadie quiere vivir, pero enseña. Parece que el ganar es la única fórmula válida enseñada para los que practican algún deporte, claro, nadie te enseñará a perder, ¿pero si te enseñan a ganar?
Ahora te pregunto
¿sabes que hacer para ganar? Y
¿Sabes qué hacer cuando pierdes?
Resulta que la primera pregunta es más fácil de responder que la segunda, poco sabemos que hacer con la derrota, ¿nos frustramos?, ¿deprimimos? ¿Le dedicamos tiempo a nuestra derrota? Algunos dirán que no debes darle fuerza y levantarte de una vez, ciertamente tiene sentido, pero el ser humano, que hace con ese sentir, ¿acaso no te limitará luego?
Ese silencio del que pierde habla mucho, requiere tiempo y dedicación, para darle su espacio en nuestra experiencia, no siempre ganaremos.
Hay que cuidar mucho los temas, contenidos y “expertos” que ven al miedo como una limitación y emoción negativa, cuidado con estas afirmaciones, el miedo tiene su rol y función, el peligro está en ocultarlo, afrontarlo de forma incorrecta o sin respetar a la persona que lo siente, la ética es una arista imprescindible a la hora de aproximarse a la persona que lo siente.
El origen del miedo, está en el pasado, en una experiencia, por ende para afrontarlo debes reconocer su origen y trabajar en su re codificación para sobrellevarlo, miedo a competir, miedo a perder, al fracaso, a los resultados, a no rendir, a quedar mal, todos tienen origen en alguna creencia aprendida o inducida, te invito a determinar e identificar que te limita, que te controla, que te hace paralizar tu gestión y allí es donde sería ideal hacer la inversión de energías, luego si puedes repetirte una frase emotiva que te ayude.
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El perder no es una herramienta estratégica que se usa para crecer, o para limitar, la derrota es una experiencia y aprender de ella, te impulsa para mejorar las acciones, estrategias, logística, estilos, practicas, rutinas, emociones y pensamientos. Es tan importante reconocer el éxito, como entender el fracaso.
Es sano entonces, darte cuenta que te han enseñado y que has aprendido a propósito de ganar o perder, de acciones y emociones, que aunque no creas, te generan una lectura previa a los acontecimientos y por ende, a veces, la experiencia de otro en temerle a algo puede ser heredada por ti sin siquiera haber vivido esa situación.
Permítete tener la posibilidad de validar tus propios recursos y creencias, de aceptar con valentía el dolor de perder y la alegría de ganar. Darte el permiso para vivir los duelos en las derrotas y las celebraciones en los triunfos, la vida es un ciclo, o puedes estar en el mismo siempre, eso sería sinónimo de no crecimiento.
Recuerda que trabajar los aspectos mentales y emocionales resulta fundamental para lograr los resultados óptimos esperados.
Si no sabes cómo hacerlo, estamos para ayudarte y asesorarte, “HabilMente” llegó para desarrollar tus habilidades y mente.
Carlos Armas Parra
Psicólogo y Comunicador Social.
Psicólogo Deportivo.
Consultas presenciales y on line.
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