El Tour de Francia y el Giro de Italia han dejado en evidencia que la nueva era del ciclismo mundial acaba de comenzar. El desparpajo de la juventud exhibe su poderío y deja a un lado a algunas de las figuras recientes de la disciplina
Se acabó la espera, la nueva era del ciclismo mundial ha comenzado. Tanto el Tour de Francia como el Giro de Italia dejaron en evidencia que el desparpajo de la juventud tiene la voz de mando. Primero fue Tadej Pogacar, quien debutando y con apenas 22 años se coronó campeón de la ronda gala. Luego también en la corsa rosa vimos erigir la figura de Tao Geoghegan Hart entre otro grupo de jóvenes como Jai Hidley, subcampeón, y Joao Almeida, cuarto de la general y líder durante casi todo el evento, han dado muestra de lo que están hechos.
Ahora, ¿a qué se debe este cambio de mando radical en el mejor ciclismo del mundo? Una interrogante que en este análisis exclusivo de LaFraguaRun y con algunas de las palabras del colombiano Rigoberto Urán para la cadena ESPN, vamos a desplegar.
Los avances tecnológicos
Este cambio de timón responde a tres grandes vertientes. La primera de ellas es el avance científico y tecnológico de la sociedad y por ende de la disciplina deportiva. Los ciclistas de sensaciones ya son parte del pasado y ahora todo es medido por microcomputadoras, un hecho que hace que las nuevas generaciones, basadas en su capacidad de aprendizaje y por supuesto talento, puedan abrirse paso mucho más fácil.
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Según comentaba Rigo Urán en la transmisión de ESPN, ahora todo se hace por wats (la medida de fuerza arrojada por los microcomputadores adaptados a las bicis), los cuales van diciendo a los pedalistas el control y la capacidad que tienen que tener en los diferentes terrenos, un hecho que ha dado un giro al deporte, pues ya se hace todo un poco más predecible, y sabiendo de antemano la fuerza que se imprime y el desgaste justo que se debe hacer, se puede tener más control de las situaciones. “Lo que sucede es que los ciclistas de la vieja escuela, si se puede decir, hemos tenido que ir aprendiendo sobre la marcha a trabajar con wats, algo que los jóvenes saben desde que comenzaron muy pequeños. Los mejores tienen los cálculos claros y por eso los vemos destacar sobre todo en las cronos, en donde tienen todoo claro y por eso sacan esas diferencias”.
El desarrollo prematuro
Tadej Pogacar, Tao Geoghengan Hart, Remco Evenepoel, Joao Almedia, Filippo Ganna, Jai Hidley y Egan Bernal, son sólo algunos de los nombres que vienen dando el sorprendente golpe de timón en la disciplina. Su edad media no llega ni a 22 años y ya todos son grandes campeones, un hecho que antes no sucedía y por supuesto tiene un por qué.
Señala el propio Rigo que lo que sucede es que los ciclistas se están formando como adultos desde muy pequeños, y esto hace que su tope de condiciones lo alcancen a muy temprana edad. “Sólo por poner un ejemplo, hace algunos años estuve entrenando en la frontera de Suiza donde hay unas montañas buenas para trabajar, y allí había un equipo de juveniles. Los niños entrenaban las mismas horas que yo que iba a correr una gran vuelta. Se montaban 150 o más kilómetros, algo que yo de joven nunca hice. Uno como atleta a esta edad se formó poco a poco. Ahora estas nuevas camadas tienen un chip de profesionales desde muy pequeños. Y esto obviamente es bueno porque explotan el talento rápido, pero también creo que por eso mismo les va costar llegar o mantener el mismo nivel cuando tengan la edad de nosotros”.
La necesidad de ganar
La corta edad en la que están explotando hoy en día los ciclistas está asociada a otro hecho particular. Y no es otro que la necesidad que tienen los equipos de ganar, razón por la cual se han encargado de potenciar las carreras de los jóvenes para así poder figurar y por ende asegurar sus patrocinios, pues para nadie es un secreto que el ciclismo es un deporte que depende de los patrocinantes y sin victorias no se puede asegurar la continuidad de los mismos.
Urán señala en este punto “Este es otro hecho importante. El ciclismo es una guerra y lo que importa es ganar. Por eso vemos que la nueva dinámica ha llevado a que todos los equipos apuesten ahora por la juventud. Esto es ganar o ganar y si se tienen que ir cambiando las promesas por los campeones de siempre, se hace. A mí por ejemplo me cuesta mucho seguir el paso de muchachos como Pogacar, sin embargo, lo que a uno lo ayuda es la experiencia y la capacidad de aguantar la presión de tres semanas. A uno lo colocan en carreras cortas con estos niños y no hay manera de ganarles. En las grandes vueltas es un poco diferente porque la experiencia cuenta”.
El epílogo
Amanecerá y veremos cómo continúan creciendo y conquistándolo todo estas nuevas generaciones. Lo que sí está claro es que este 2020 ha dejado en evidencia, como en muchos aspectos de la sociedad, que hay giros inesperados y para siempre, y definitivamente la nueva era del ciclismo ya ha comenzado.