Tommy Rivers sigue en la lucha contra el cáncer que se le diagnosticó el pasado mes de julio y se encuentra a la espera de un trasplante de médula ósea

Tommy Rivers, de 36 años y atleta de Flagstaff (Arizona) en el mes de julio recibió el diagnóstico un linfoma nasal de células NK/T.

Afortunadamente después de tres largos meses de lucha Tommy parece que se recupera lentamente, pero aún con mucho camino por recorrer.

En estas últimas semanas el atleta de Arizona fue desconectado de las máquinas que lo mantenían con vida y fue dado de alta de la Unidad de Cuidados Intensivo del Centro Médico HonorHealth Scottsdale Osborne en el área de Phoenix. Los médicos también redujeron el tamaño del tubo de traqueotomía que le brindaba asistencia respiratoria la semana pasada.

A pesar de haber mostrado una mejoría, el estado de salud de Rivers sigue siendo grave dentro de la unidad de oncología, donde en los próximos días recibirá la quinta ronda de quimioterapia agresiva.

A pesar de ser optimistas los familiares y médicos de Tommy saben que a este le queda un camino largo por recorrer en esta lucha contra el cáncer, el atleta debe ganar fuerza y estabilidad para poder recibir en las próximas semanas el trasplante de médula ósea.

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There is beauty in it. These days have been despair mixed with a terrible joy- the kind that aches and gnaws. It is a tragic elegance that makes you cry and feel so desperately alive at the same time. Save your breath. I’ve thought it, too. “Beauty? What kind of heartless person says such a thing when their husband is fighting for his life in the ICU?” No, this isn’t a ransom I would elect to pay for foresight or wisdom. If I had a choice, I wouldn’t pick this devastation. And maybe it’s just a truism I chant for self preservation. “There is beauty in it.” A clichèd life raft or a deep, philosophical truth? I do not know. But here we are, so here I am. At every intersection we are faced with a choice. It is in this agency we reckon with ourselves. Yesterday I watched you sit on the edge of your bed unassisted. Painfully thin and shaking, you smiled the kind of smile that both excavates and buries- an enigmatic calamity that either suffocates or brings us up as something new. Your smile, your grimace, your radiance, your palor, your weakness, your strength. It was joy and it was pain wrapped up in that awful beauty and presented to me as a choice. What did I see? Platitudes of light and darkness, joy and sorrow are peeled down and given new meaning. It is in this pulpy mess we are made. It is here we decide whether we’ll be smothered or take root. Today you reached for my face with a hand too weak to make it. It was terrible and it was wonderful. That dizzying swing of everything all at once. And somewhere in there, I had a choice. Every day, I have a choice. There is beauty in it.

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Puzey fue revivido del coma en el que estaba inducido médicamente a finales del mes de agosto. Los médicos determinaron la semana pasada que había mejorado lo suficiente como para que le quitarán el ventilador y la oxigenación por membrana extracorpórea. Fue trasladado de la UCI a la unidad de oncología el 30 de septiembre, poco después de que los médicos determinaron que la masa cancerosa en sus pulmones se había reducido en aproximadamente un 50% desde el momento en que se descubrió a finales de julio.

Los médicos examinaron a los cinco hermanos del atleta de Arizona para ver si había una coincidencia de ADN óptima para un trasplante de médula ósea y, afortunadamente, Katie Hendrickson, su hermana de 40 años, resultó ser compatible. Pero antes de que pueda llevarse a cabo el trasplante, Tommy Rivers tendrá que soportar y recuperarse de la última fase de quimioterapia y lograr recuperarse lo suficiente como para soportar los rigores de una operación de trasplante de médula ósea.

Incluso si el trasplante de médula se realiza con éxito, Rivers aún podría necesitar rondas adicionales de quimioterapia, por lo que parece que permanecerá hospitalizado durante las próximas semanas, dijo el hermano del corredor.

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“Cada ronda tarda entre cinco y siete días en completarse, pero luego su cuerpo tarda varias semanas en absorberla por completo y los médicos pueden evaluar los resultados. Tommy ha comenzado a hacer fisioterapia básica, pero también deberá someterse a una extensa terapia ocupacional y terapia del habla”, comentan.