En la actualidad hay un onda de sobre positivismo en algunos auto llamados “expertos” en áreas de las emociones, algunos “motivadores” asumen y venden el miedo como un error a ser corregido, como una limitante en el camino del éxito. Y a veces, en un acto de absoluta publicidad intentan erradicarlo de las personas como un mal o demostración de inferioridad.

Una vivencia común de un atleta es el miedo, evidentemente el miedo puede limitar ciertas acciones, pero por otra parte, es sano, necesario y saludable, el que no teme, no desarrolla conductas para controlar situaciones exigentes y por ende no aprenderá a resolver o activar pensamientos para salir de la acción limitante.

El miedo no se elimina o controla con frases, o repeticiones de oraciones, el miedo es aprendido y viene de una experiencia, entonces es necesario re aprender. La gente no puede temer a algo que desconoce, a este punto seguro pensaste, oh, claro que sí, sí se puede. Bien, intenta enumerar situaciones a las cuales le temes, y ahora analiza su origen, ¿es una experiencia propia, modelada de otra persona? ¿La leíste? Si es así, ya no es desconocida.

Importante entender que se teme a alguna situación vivida, sentida o experimentada, por ende, el miedo es aprendido, no le tenemos a algo que desconocemos, aunque suene irónico, le tememos a lo conocido, no a lo desconocido, ¿Pero cómo es posible no temer a lo desconocido? Simple, en tu experiencia no hay reporte o datos de algo que desconoces.

La función del miedo es alertar y predisponer el cuerpo, los sentidos e incluso las emociones en favor de afrontar una situación que te pueda generar desconfianza, te alerta, te acciona, claro, esto sólo sucede cuando lo identificas, aceptas.

Hay que cuidar mucho los temas, contenidos y “expertos” que ven al miedo como un límite y además como una emoción negativa, cuidado con estas afirmaciones, el miedo tiene su rol y función, el peligro está en ocultarlo, afrontarlo de forma incorrecta o sin respetar a la persona que lo siente, la ética es una arista imprescindible a la hora de aproximarse a la persona que lo padece.

El origen del miedo, está en el pasado, en una experiencia, por ende para afrontarlo debes reconocer su origen y trabajar en su re codificación para sobrellevarlo, miedo a competir, miedo a perder, al fracaso, a los resultados, a no rendir, a quedar mal, todos tienen origen en alguna creencia aprendida o inducida, te invito a determinar e identificar que te limita, que te controla, que te hace paralizar tu gestión y allí es donde sería ideal hacer la inversión de energías, luego si puedes repetirte una frase emotiva que te ayude.

Es sano entonces darte cuenta que te han enseñado y que has aprendido sobre diversas acciones y emociones, que aunque no creas, te generan una lectura previa a los acontecimientos y por ende, a veces, la experiencia de otro en temerle a algo puede ser heredada por ti sin siquiera haber vivido esa situación.

Recuerda que trabajar los aspectos mentales y emocionales resulta fundamental para lograr los resultados óptimos esperados.

Te puede interesar leer :Humanizando a un súper héroe

Si no sabes cómo hacerlo, estamos para ayudarte y asesorarte, “HabilMente” llegó para desarrollar tus habilidades y mente.

 

Carlos Armas Parra  Psicólogo y Comunicador Social. Psicólogo Deportivo. Consultas presenciales y on line. En redes sociales: Carlos Armas Parra: Facebook, Linkedin
@carlosfe1: Twitter
@carlosarmasp: Instagram