Durante los últimos años están surgiendo audífonos que no se introducen en nuestros oídos, funcionan gracias a la conducción ósea: directamente emitiendo vibraciones en nuestro cráneo
Con los audifonos de conducción ósea las vibraciones se transforman en sonido cuando llegan a nuestros oídos internos directamente sin pasar por el tímpano. Un funcionamiento que tiene varias ventajas con respecto a los sistemas tradicionales.
Nos permite tener nuestras orejas libres y nuestros oídos expuestos para poder escuchar lo que ocurre a nuestro alrededor. Útil cuando necesitamos estar atentos a otros acontecimientos como cuando corremos o utilizamos la bicicleta en público.
Al pasar por alto el tímpano, este pequeño y débil órgano situado a la puerta de nuestro sistema auditivo, queda protegido de los daños causados por los sonidos de nuestra música. Según el departamento de salud estadounidense, más allá de 85 decibelios pueden afectar a nuestro tímpano de forma irreparable.
La Unión Europea ha ordenado a los fabricantes de smartphones y reproductores de audio que limiten el volumen en los auriculares, y muestren una alerta a los usuarios cuando el volumen exceda unos máximos determinados. El objetivo es proteger a los ciudadanos para que no desarrollen problemas auditivos desde jóvenes.
La tercera ventaja es que el sonido que llega a través de la conducción ósea es más fiel, aunque menos claro. Si escuchamos grabaciones de nuestra voz a través de conducción ósea será más parecida a cómo la escuchamos cuando sale de nuestra boca, evitando esa sensación de enrarecimiento cuando oímos nuestra voz a través de un altavoz o unos cascos. El motivo es sencillo: nuestras palabras llegan a nuestros oídos a través de los huesos del cráneo, al igual que este tipo de altavoces.
Mientras tanto, los inconvenientes de estos auriculares pasan por un alto precio que echa para atrás a muchos y un sonido que no alcanza la fidelidad del rango dinámico de unos cascos tradicionales. Para muchos, el sonido queda difuminado, y si tienes pelo largo en la zona donde se acomodan, puede incluso ser aparatoso.