2.000 Zapatillas deportivas es el numero de que ha coleccionado Luis Miguel Lozano ‘Jumi’ colección que comienza desde los años 70 hasta las actuales, la mayoría de Nike y de running. Por conseguir algún modelo ha hecho locuras, como pegarse más de 1.000 K en un solo día.
2.000 Zapatillas que están en algún lugar secreto que se resiste a revelar, casi una casa entera, Luis Miguel Lozano, un profesor de inglés murciano de 43 años guarda esta impresionante colección.
No sabe la talla exacta ni tampoco tiene una base de datos que las clasifique como si fuera un bibliotecario del calzado, pero cuando quiere encontrar unas sabe dónde están. Es lo que ocurre cuando has construido la colección a base de emplear tiempo libre y dinero durante 20 años.
“Trato de describir la evolución del deporte, del running, el baloncesto y el tenis, desde los años 70, con modelos desde entonces hasta la actualidad”, explica Lozano, que desde niño se apasionó del calzado deportivo.
“Viví los años 80, la época en la que las marcas se hicieron más míticas”, rememora. Y ya a finales de los 90, cuando el pequeño encaprichado de las zapatillas se convirtió en un adulto con un trabajo estable y dinero en el bolsillo, empezó su trabajo de hormiguita.
Por su colección, Jumi, como le llaman, ha hecho locuras. “Me metí más de 1.000 K en un día para ir a por un par en un almacén. Una vez me tomé un vuelo a Bruselas y de allí fui a Amberes, hasta que di con un sitio para el que no tenía la dirección y compré 40 pares”.
Aunque Ebay le ayudó en su día, su afición no se ha construido con encargos online, sino en búsquedas exhaustivas en tiendas cerradas y viejas naves de toda España y parte del extranjero. “A veces eran productos descatalogados que te vendían muy baratos y otras te hacían pagar más precisamente por eso”.
“Hay gente que me conoce y me dice, oye, tengo estas zapatillas de 2005 las tengo casi nuevas y las voy a tirar, si quieres te las envío porque preferimos que las tengas tú”, explica. Y menos mal, porque cada vez se le hace más difícil encontrar piezas y ha cambiado de estrategia.
“Prefiero ya mirar hacia adelante. Pensar en qué modelos de los que están saliendo ahora serán icónicos en unos años, serán clásicos”. Y unas que no pueden faltar son las Nike Zoom Vaporfly Elite con las que Eliud Kipchoge batió el récord mundial de maratón en Berlín el pasado septiembre.
Porque Jumi no es imparcial y reconoce su amor por Nike. Aunque en su colección también hay ejemplares de Reebok, Adidas, Lotto o Converse, la multinacional que crearon Bill Bowerman y Phil Knight copa casi el 80% de su muestrario, porque cree que la marca siempre ha ido un paso por delante del resto en innovación.
Por eso todos los años acude a Japón al encuentro de coleccionistas de Nike, donde siempre conoce a quién le sorprende con algún par de zapatillas que desconocía.
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Aunque su colección es bastante completa, hay algún modelo que se resiste. Jumi piensa y se le ocurre que le gustaría tener, por ejemplo, las New Boston amarillas de Nike del año 76 y meterlas en sus habitaciones climatizadas a 23 ºC.“Es importante que perduren y que la temperatura sea constante para que no haya cambios bruscos”.
Una de esas aficiones que requiere de familiares pacientes. “Mi madre al principio me decía que le daban ganas de tirarlo todo, pero ahora le gusta y me pide modelos cómodos para caminar”, cuenta Jumi.
Claro, su grado de sabiduría no llega solo por guardar, también por probar y ver la respuesta de lo que guarda a las demandas físicas. Ha practicado baloncesto, ciclismo, triatlón, crosses y maratones. Así puede entender también lo que sentían con ellas puestas atletas míticos como Alberto Salazar, Steve Cram, Carl Lewis o Joan Benoit Samuelson, portadores de algunos de los mismos modelos que él custodia.