Hasta hace poco pensaba que el mountain bike era un deporte no muy conocido en Venezuela y que poco se practicaba, pero como se dice por ahí, «la vida te da sorpresas», y en este caso, bien agradables, un descubrimiento maravilloso: una escuela de Mountain Bike en Venezuela.
Por casualidad conocí a una excelente persona, Claudia Tosta, y entre sus miles de historias me comentó que su esposo Ramón Ramírez había dejado todo para dedicarse a su pasión: enseñar a niños y adultos a montar bicicleta, pero de una manera diferente.
A través de su escuela de Mountain Bike, se dedican a compartir las mejores técnicas y correcto desempeño con los rangos de seguridad adecuados, para que un cursante de nivel básico, intermedio o avanzado, pueda disfrutar mucho más y mejor del Mountain Bike. Esto me provocó curiosidad, sobre todo por la situación que vive Venezuela. Que una persona abandone todo por enseñar, me hizo ir a conocer a este soñador.

Claudia me invitó a una competencia que se efectuó en el «Parque por la Paz», en los alrededores de la Lagunita Country Club, una urbanización al sureste de Caracas. Me acerqué, y sería muy grata mi impresión al ver gran cantidad de muchachos desde los 4 a 12 años brincando obstáculos en sus bicicletas. Se sentían como peces en el agua. Ver a los papás sumamente orgullosos de sus hijos sin importar cómo lo hicieran, me demostró que este soñador tenía razón en haber emprendido este proyecto junto a sus amigos. La cara de disfrute de los participantes no tenía precio.
Esta escuela se llama MITEBO. Le pregunté a Claudia que significaba y me dijo: MI (Mind) TE (Technic) BO (Body). Para aprender este deporte, MITEBO impulsa estos tres fundamentos, ya que se debe empezar entendiéndolo; y luego de manera integral y progresiva se desarrollan las técnicas y la correcta manera de desempeñarlas.
Ramón y el resto del equipo, estaban muy ocupados sacando los tiempos de los chicos. Comenzó la premiación y cada chico que se subía al podium mostraba su alegría. No importaba si hubiese quedado tercero, segundo o primero; el orgullo de estar ahí lo era todo, y aún más cuando sus compañeros, los otros competidores que en su momento fueron sus rivales, los aplaudían a rabiar. De eso se trata el deporte.

Comencé la tertulia con todo el equipo para que cada uno me diera sus impresiones.
Ramón tomó la batuta y comenzó a hablar acerca de MITEBO enfatizando que es una «escuela de mountain bike; la primera y única del país, la cual se dedica a enseñar a montar bicicleta de una manera segura, sobre todo con la técnica correcta para que puedan aprovechar mejor el deporte y divertirse más «
«Atendemos: tanto niños comenzando desde los 4 años, hasta personas que ya pueden contar con más de 65 o 70 años»
Le pregunté qué lo había incentivado a incursionar de lleno como instructor en este deporte, y me respondió: «Dos cosas, el amor por el deporte y la pasión por enseñar. Para mí, enseñar a una persona a hacer algo ha sido siempre una de las razones que me mueven».
Es muy conocida lo difícil de la situación venezolana y me dio curiosidad por saber qué lo motivó a dedicarse de lleno a esto, Ramón me expresó:
» Uno siempre que se proponga un objetivo puede salir adelante, a pesar de las circunstancias y así lo estamos demostrando»
En nuestra amena charla dimos un giro hacia una de las chicas, Claudia y nos comentó hasta donde quieren llegar con MITEBO, en el futuro:
«Para mí, MITEBO ha sido una experiencia muy interesante. Comencé como la más novata del grupo siendo alumna, y me tocó recibir todo el aprendizaje de este gran grupo que ahora son mis compañeros, y pude seguir desarrollando mi técnica de manera progresiva, siendo esto una de las cosas más importantes»
Le tocó el turno al resto del team. Les hice una pregunta acerca de que ha sido lo más difícil de estar en esta experiencia llamada MITEBO. Gilberto, Eduardo, Daniela, Ilka, Raúl, Sergio y Mario coincidieron en que no hay nada difícil cuando haces lo que te gusta, pones tu corazón, ganas y empeño para que todo salga bien.
Daniela e Ilka, destacaron que a pesar que ellas también son de las menos experimentadas en el grupo como Claudia, una de las cosas más difíciles ha sido ponerse en la posición del otro a la hora de enseñarle, sabiendo que esta persona tiene miedo y hay que saber llevarlo a que lo supere y confíe.
Me llamó la atención lo comentado por Sergio, al referirse a la importancia de hacer ver a las personas que en Caracas hay lugares donde se puede practicar este deporte de manera segura, y poder compartir en familia; algo muy importante en estos días

Los chicos destacaron a través de Mario, que una de las cosas más importantes es poder aprender a través del compartir entre ellos mismos. MITEBO no se queda en Caracas. Cuando pregunté dónde habían estado y dónde piensan ir, Mario respondió: «Maracaibo, Mérida… «el grupo lo ayudó y le dijo: «Valencia, Maracay, Ciudad Ojeda, Puerto La Cruz, San Cristóbal. Este grupo está dispuesto a pedalear por toda Venezuela. »
Si desean tener más información escriban a mitebocycle@hotmail.com, o visiten sus redes IG: @mitebo y FB: Mitebo