Correr distancias de 42 kilómetros puede prevenir muchas enfermedades pero también puede ser letal si no se toman las medidas de seguridad necesarias
Según los expertos, es un hecho que hacer ejercicios beneficia al organismo, pero cuando se practica deportes de resistencia como el maratón se crea el dilema de si será productivo para el cuerpo o perjudicial para la salud. Estudios y ejemplos han apoyado las dos afirmaciones, dependiendo de las condiciones del individuo.
En primer lugar, un estudio de la Universidad de Bath (Inglaterra) realizado por científicos de la casa de estudio británica arrojó que los deportes de resistencia incrementan las defensas para combatir las enfermedades. El reportaje del portal Lifestyle.fit señaló que el objetivo del informe era desmentir el mito sobre los deportes de alta exigencia.

Un mito desmentido
Y es que desde los años ochenta del año pasado se tiene la idea de que realizar maratones o los triatlones puede debilitar al sistema inmunológico. El estigma surgió cuando en esa época varios corredores confesaron que habían tenido algunos síntomas de infección semanas después de participar en las pruebas.
Por lo que se dedujo sin ninguna prueba que el ejercicio extremo puede incidir negativamente al organismo, provocando de esta manera que los corredores sean más propensos a enfermarse. Pero los científicos de la casa de estudio británica desmienten los datos, al calificarlos de erróneos o mal interpretados.
Para los investigadores los maratones aportan beneficios que ayudan a que las células inmunes se modifiquen en dos formas. Cuando una persona hace un ejercicio, algunas las células ubicadas en el torrente sanguíneo aumentan hasta diez veces, pero decrecen al punto de estar más bajos que antes de hacer la actividad.
No quiere decir que se hayan perdido, sino que se trasladaron a otras zonas del cuerpo que son más vulnerable ante las enfermedades, pero dicho proceso puede extenderse varias horas. «El sistema inmunológico se potencia después del ejercicio», es la explicación del doctor de Bath, John Campbell.
El experto señaló que el cuerpo no queda desprotegido después de un ejercicio extenuante, pero sí es vital el descanso necesario para su recuperación, además de una dieta adecuada. Si se siguen estas indicaciones no habrá problemas para obtener otros provechos para la salud como para el espíritu.
Entre las ventajas de correr un maratón está el hecho de que ayuda a quemar calorías, en medida de que se invierta más energía para desarrollar la actividad. Pero además, al efectuar el recorrido de 42.195 metros el individuo se convierte oficialmente en un maratonista.
Esto lo motivará a explorar varios circuitos y nuevos países, por lo que le permitirá viajar dentro del país o fuera de sus fronteras, incluso a grandes distancias. No es casualidad que los maratones más populares del mundo queden tan alejados entre sí: Chicago, Berlín, Londres, Tokio, Boston y Nueva York.
Por último, como una disciplina perteneciente al atletismo, el maratón busca que el atleta se rete a sí mismo, mida sus capacidades y ponga a prueba sus propios límites. Algo que va en aumento cada día, al observar que un día determinado puede correr más de dos horas corridas, cuando antes no podía ni andar 30 minutos.
Es un reto para el cuerpo y el alma, una prueba exigente, pero si no se toma las precauciones debidas, el maratón se puede convertir en un riesgo para la salud, e incluso poner en peligro la propia vida del corredor.

Maratón: de amigo a enemigo
Aquí se toma en cuenta los riesgos que los atletas aficionados corren al realizar un maratón al no estar preparados sus cuerpos para tan exigente prueba. El portal Marca da a entender que no es una disciplina para cualquiera.
Eso debido a que los aficionados suelen dedicarse a otras actividades además de correr los 42.195 metros por lo cual no tienen los mismos cuidados que un runner profesional, es decir, los entrenamientos regulados, alimentación controlada, servicios médicos y de fisioterapeutas, descanso, entre otros.
Y aunque el correr es divertido al liberar endorfinas, algunos lo abandonan después de un tiempo por presentar problemas musculares, etc. De hecho, la maratoniana española Alessandra Aguilar reconoció recientemente que tuvo mejores analíticas durante su embarazo que mientras entrenaba o competía.
Eso indica lo duro que es la preparación de un atleta élite para un maratón, y cuán extenuante puede llegar a ser, tanto para profesionales como el escocés Callum Hawkins, como el aficionado Matt Campbell. Ambos colapsaron en plena carrera, pero sus destinos fueron totalmente distintos.
Mientras que Hawkins participaba en los Juegos de la Commonwealth 2018 en Australia, cayó en par de oportunidades al suelo, debido a las altas temperaturas, en unas imágenes que recorrieron el mundo, dado a que un grupo de personas se dedicaron a fotografiar la agonía del atleta en vez de socorrerlo.
Afortunadamente, Hawkins fue llevado al hospital y se recuperó, también porque al ser un deportista de alto nivel conocía sus límites. No obstante, el participante de ‘Masterchef’ británico Campbell, no corrió con la misma suerte.
El amateur falleció luego de desplomarse en pleno Maratón de Londres 2018, con un calor que ascendía los 24 grados centígrados. Se supo que Campbell participó en dos maratones en menos de 15 días, algo que no es recomendable sin importar lo bien preparado que se esté, ni si se es experto en la distancia.
Por lo que hay que tomar en cuenta dos cosas sobre los maratones: ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, pero si no se les tiene respeto puede ser un enemigo para la salud y la vida del corredor. Lo mejor es que el atleta vaya acostumbrando al cuerpo a distancias cortas y poco a poco se mude a la épica carrera larga.