El Swimrun surgió de una apuesta fruto de la borrachera de cuatro suecos: dos de ellos retaron a los otros dos a nadar y correr por las 26 islas del gigantesco archipiélago de Estocolmo
En el Swimrun los participantes completan varias carreras y largos de distintas distancias y, como novedad en la parte de carrera, deben competir en parejas. Para ello, algunos incluso deciden atarse mediante una cuerda elástica.
Más de una década después, es uno de los deportes de resistencia que más están creciendo. Hay carreras a lo largo de toda Europa. Pero la más atractiva de todas es la de las Islas Sorlingas. Situadas en el paso de la corriente del Golfo, estas islas tienen muchísima luz y albergan una flora y fauna increíbles.
Como es habitual en muchas carreras, Swimrun ofrece dos distancias: completa y esprint, aunque el nombre de esta última puede llevar a confusión.
Con esprint se refiere a 3.2 km de nado y 11.6 km de carrera, y los equipos suelen necesitar más de tres horas para completarlos.
Pero puede ser peor: la distancia completa incluye una prueba a nado de 8 km y 30 km de carrera.
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En la prueba de esprint consiste en la circunnavegación de St. Mary’s, la mayor de las islas Sorlingas (Reino Unido) , que comienza y termina en el tranquilo puerto de Hugh Town.
Para animar a los participantes, antes de comenzar la carrera hay un encuentro con su fundador, Michael Lemmel, en el que transmite sus valores y objetivos. Él afirma que no es solo de una competición sino de una aventura, y recalca la importancia del trabajo en equipo y del disfrute.
La Swimrun hay que hacerla con el traje de neopreno puesto, algo que no es precisamente cómodo, especialmente cuando hace calor. Y la parte de natación es realmente extenuante. Pero ese es precisamente uno de los atractivos de esta prueba: es todo un reto que te obliga a salir de tu zona de confort.