Desde mediados de la década de 1990, la popularidad de las carreras de montaña ha crecido exponencialmente, y el futuro parece aún más alentador a medida que nuevos países y participantes descubren el placer de correr en el medio ambiente, con las estimaciones actuales en 20 millones de corredores de trail en todo el mundo

Latinoamérica es parte de este fenómeno, países como Chile, Argentina, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Uruguay entre otros, experimentan un crecimiento bien importante de los practicantes de esta especialidad y de empresas organizadoras de este tipo de eventos.

Hagamos un poco de historia

El trail running experimentó un auge en la década de 2000 en Europa con la primera edición del UTMB® en 2003, seguida de muchas otras carreras. Hoy en día, el trail running se está expandiendo rápidamente a Asia y América del Sur, y se ha convertido en uno de los deportes de más rápido crecimiento en el mundo.

Sin embargo, las primeras carreras organizadas tuvieron lugar en los Estados Unidos, en California, con la Dipsea Trail Race. La Western States 100 Mile Endurance Run (1974) y Leadville Trail 100 (1983),  se encuentran entre los pioneros de este deporte, seguidos de cerca por el Marathon des Sables en Marruecos (1986) y el Grand Raid de La Réunion (1989).

En 1984 se formó la Asociación Mundial de Carreras de Montaña (anteriormente llamada ICMR) con Angelo Biasi como presidente. Desde entonces, se han llevado a cabo competencias internacionales anuales para poner a prueba a los mejores corredores de montaña del mundo, tanto corredores senior como junior (U20). Desde 1985 hasta 2008 como Trofeo Mundial y desde entonces como Campeonato Mundial oficial reconocido y celebrado bajo la jurisdicción de la IAAF ahora World Athletics.

En 2013 nace La Asociación Internacional de Trail Running (ITRA) , con el objetivo de promover el trail running en todo el mundo y dar voz a todas las partes involucradas en este deporte. En 2015, World Athletics reconoció el trail running como una disciplina del atletismo. A partir de 2021,la WMRA en asociación con la World Athletics, la Asociación Internacional de Trail Running (ITRA) y la Asociación Internacional de Ultra Running (IAU),  llevará a cabo un Campeonato Mundial combinado que se espera marque el inicio una nueva era para esta especialidad.

Con esta aproximación de las instituciones que tienen que ver con el trail running, es fácil pronosticar que las federaciones nacionales tomen en cuenta el calendario de eventos, los atletas practicantes y los entrenadores dentro de su estructura, cosa que en muchos países de Latinoamérica no pasa. La inclusión de la especialidad no trajo consigo buenas noticias, ya que sin un programa estructurado que promueva el desarrollo sostenible y  sustentable del trail y las carreras de montaña, queda sólo como un gran estorbo dentro de los presupuestos y planes de las federaciones.

En los últimos años hemos visto cómo para lograr participar en los campeonatos del mundo, los atletas no sólo tienen que entrenar y mantener un nivel óptimo de excelencia para competir, sino que se han convertido en recaudadores de fondos, en una suerte de lamento contínuo para poder llegar a la línea de salida de un Campeonato Mundial donde deben representar a un país, un país cuyas instituciones se hacen de la vista gorda en la mayoría de los casos.

El Campeonato del Mundo Unificado

Cuando faltan poco más de cuatro semanas para que el Campeonato Mundial de Carreras de Montaña y Trail de Amazing Tailandia dé la bienvenida a muchos de los mejores atletas del deporte para competir en Chiang Mai entre el 3 y el 6 de noviembre, más de 900 atletas de élite de 46 federaciones miembros competirán durante el festival de cuatro días, que incluye carreras de trail de 80 km y 40 km, además de carreras de montaña cuesta arriba, para atletas senior y carreras clásicas de montaña arriba y abajo para atletas senior y sub-20.

En el marco de este evento histórico, las selecciones latinoamericanas están desasistidas, y sus atletas no sólo deberán costear el viaje sino el hospedaje y la alimentación, que en mundiales pasados estaban asegurados por los organizadores.

 

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Allí es donde me pregunto….»¿Fue buena la idea de integrarse?, ¿las instituciones internacionales que regulan la actividad deben intervenir?, ¿quién es la voz de los atletas en estos casos, si sus propias federaciones los dejan huérfanos y a su suerte?»

Un atleta de selección sólo debería preocuparse por entrenar, dormir, bien, comer bien y mantenerse a tope en su determinación de representar a su país, su trabajo es ese.

El caso de Argentina ha sido llevado a las redes, el caso de Venezuela, donde no sólo deben buscar los recursos para ir a Tailandia sino para sacar una visa en Perú, ya que el país anfitrión no tiene representación diplomática en Venezuela.