Dos pedales y un estilo de vida. Cuando Iñaki Iriartes se sube a la bicicleta alcanza hasta 4 metros de altura mientras escucha ritmos progresivos: “me gusta mucho Pink Floyd y Perras on the Beach, una banda de Mendoza que es muy copada.” Sus piruetas en el aire denotan su vena artística ya que –como él mismo lo dice– en el BMX Freestyle deja su expresión de lo que es.
El atleta de Río Grande proviene de una familia de apasionados por la música “mi mamá es cantante de Folklore” y desde muy pequeño despertó su interés por andar en bicicleta: “Empecé en un triciclo cuando era un bebé y mi hermano de 28 años Tomás, corría en BMX así que quería hacer lo mismo que él. Construía mis rampas en la casa y saltaba.”
A sus 12 años de edad, e impulsado por su hermano, comenzó a asistir a competencias en Argentina “todas privadas, por supuesto”. El BMX Freestyle tuvo su primera participación en los Juegos Olímpicos de 2018 (Buenos Aires), por lo que Iñaki Iriartes destaca como esta actividad está empezando a tomar cada vez más forma en el alto rendimiento: “Nosotros somos indisciplinados porque practicamos el BMX Freestyle cuando lo sentimos. Este es un deporte muy heavy donde vamos siempre al límite. Ahora estoy buscando profesionalizarlo así que me encuentro buscando ese equilibrio donde necesito trabajar la parte física, mental y espiritual. Un golpe o una caída ahí puede ser súper peligroso.”
De Río Grande para el viejo continente

Iñaki Iriartes cumple 19 años el 13 de octubre y comenta que su carrera ha ido subiendo junto con sus años. En 2013 participó en su primer campeonato fuera de su país. En el Austral Contest en Punta Arena obtuvo el premio al primer puesto amateur, “el evento fue organizado por una petrolera ya que la hija del dueño es una de las mejores en la disciplina. Ahí se me acercaron muchos sponsors.”
A partir de ese momento comenzó a viajar todos los años a Europa. En la cuna del ciclismo ha participado en el Happy Ride Contest en La Poma (2014), donde finalizó como el rider destacado de la JAM. En 2015 estuvo en la Copa Mundial de Francia y ahí recibió ayuda de Kevin Peraza –ciclista estadounidense considerado uno de los mejores del mundo en la disciplina– “me prestó una bicicleta para que pudiese competir. En ese torneo pasé por muchos problemas económicos y la comunidad del BMX, entre esos Red Bull, me prestó muchísimo apoyo.”
Su última competencia de envergadura fueron los Juegos Olímpicos de la Juventud donde ganó la primera medalla de oro para la Argentina en la especialidad, junto a Agustina Roth. “Durante esos meses comencé a sentir la presión y estuve trabajando el miedo a perder. Los disfruté muchísimo y la alegría fue inmensa. Después me sentí como agobiado y me dio un bronco espasmo.” Iñaki Iriartes recibió la medalla de la ciclista venezolana Stefany Hernández, a quien destacó como un ejemplo a seguir en la disciplina: “yo no quisiera irme de mi país para seguir prosperando en el deporte, pero sé que acá no están las infraestructuras aptas para desarrollarme. El BMX en Latinoamérica está infravalorado, así que tristemente toca partir para no estancarme acá”
El próximo compromiso que afrontará Iriartes es la Copa Mundial de Francia que se disputará en Montpellier del 28 de mayo al 2 de junio. De ahí partirá a Stuttgart donde estará presente en un evento de BMX de Vans.
Yanasus Fam
Iñaki Iriartes también es un apasionado de la producción audiovisual, de la música y la fotografía. Junto a su novia tiene la intención de crear un emprendimiento que brinde recursos a los chicos que desean iniciarse en el BMX. Bajo la consigna “de un rider para otro rider”, nace Yanasus Fam, que significa amigo en la lengua quechua, nativa de Argentina.
“Queremos exaltar la cultura autóctona de nuestro país vendiendo gorritos y otras cosas. Vamos a aprovechar a comprar varios materiales cuando viajemos este año. Este es un proyecto que me entusiasma mucho y donde siento que puedo aportar para toda la comunidad del BMX”, comenta Iriartes.
