Los cambios no se producen de la noche a la mañana, y el entrenamiento no es ninguna excepción. Además de necesitar un estímulo de entrenamiento adecuado, la masa muscular y otras partes del cuerpo necesitan tiempo para adaptarse. No te empezarás a sentir más fuerte ni verás cambios físicos enseguida
Si quieres comprender cómo funciona el crecimiento de la masa muscular, la anatomía es un buen sitio por donde empezar. Cada músculo del cuerpo se compone de muchas fibras, como cuerdas hechas de distintos materiales.
Cuando estas cuerdas trabajan juntas como equipo, tu fuerza aumenta sin causar cambios físicos visibles. En otras palabras, la coordinación entre las fibras mejora con la repetición de ejercicios. Si continúas entrenando, las células musculares aumentarán de tamaño (hipertrofia) y las fibras musculares se volverán más gruesas y fuertes. En este punto empezarás a ver cómo los bíceps se hacen más grandes y cómo empieza a salir el principio de unos buenos chocolates. ¡Genial!
Entrenamiento: Entrenamiento de fuerza para ciclistas en el gimnasio
La proteína almacenada en las células musculares es responsable de este crecimiento. Durante el entrenamiento de fuerza, el cuerpo piensa: “Este entrenamiento ha sido duro. Tengo que encontrar una forma de hacerlo más fácil la próxima vez”. El cuerpo entonces repara las mini lesiones causadas por el entrenamiento y al mismo tiempo añade más tejido para la próxima sesión.
Natación: Beneficios de entrenar la apnea
Si vas aumentando el rendimiento del entrenamiento y sigues dando más de ti, el cuerpo tendrá que continuar adaptándose para los nuevos estímulos. Podríamos decir que los músculos crecen justo después del entreno para ponerse a salvo y estar listos para la próxima vez. Otra cosa importante que tienes que saber es que el número de fibras musculares en el cuerpo se determina al nacer. Así que el entrenamiento no aumenta el número de fibras, sino su grosor y forma.
Los músculos necesitan su tiempo
El entrenamiento debería estimular los músculos, pero no todos los entrenamientos harán que te crezcan los músculos. Sólo después de semanas y meses de entrenamientos regular empezarás a ver que crecen los músculos y que los bíceps aumentan su tamaño. Si quieres sacar el mayor parido de tu entrenamiento de fuerza, tienes que seguir una serie de principios. La única forma de poner estrés en los músculos es a través de entrenamiento regular y variado.
Los músculos desaparecen tan rápido como aparecen si no los sigues estimulando. Encontrar una rutina que te guste hace más fácil que te ciñas a ella. Después de un cierto periodo de tiempo, los músculos se acostumbrarán a este estímulo. Si sigues así acabarás estancándote y ya no progresarás más. Pero no te olvides de programar tiempo para recuperarte. Recuerda que no sólo cambian los músculos. Los tendones, ligamentos y huesos también tienen que adaptarse a las nuevas exigencias físicas.
Músculos fuertes, grandes ventajas
Entrenar con el peso de tu propio cuerpo no sólo mejora tu apariencia. También tiene otros efectos positivos como darte una piel más fuerte, una mejor postura y reducir el estrés. Unos músculos fuertes ayudan a estabilizar las articulaciones y dar más apoyo a los tendones y ligamentos. ¿También quieres quemar grasa? Genial, entonces tus nuevos músculos te ayudarán a quemar más grasa en reposo, porque necesitan más energía que la grasa. La gente que entrena mucho también se beneficia del efecto postcombustión. Este efecto es el hecho de que el cuerpo continúa quemando calorías después de hacer ejercicio porque el metabolismo continúa elevado. La mente también se beneficia de los entrenamientos de fuerza. Unos músculos fuertes también contribuyen a una mejor autoestima.