Los runners se pueden diferenciar por diversos aspectos, la forma de correr, su pisada, el ritmo al que van, pero además, por su preferencia o no por llevar auriculares

Correr con música, quienes lo hacen señalan que los ayuda a concentrarse, a ir más rápido, olvidarse del cansancio, motivarse, distraerse, les sirve de compañía o, simplemente, porque no pueden vivir sin música. Pero, en realidad, vale la pena volver a la vieja usanza del running y tener los  oídos bien abiertos.

El ruido de tus zancadas es pura música, y de la mejor. Esta música te dirá si estás corriendo fluido, o si en cambio no acabas de colocar bien ese pie rebelde, siéndote más fácil corregir y mejorar tu técnica de carrera.

Correr sin música

Uno de las primeras razones por las cuales los expertos sugieren no correr con música, y mucho menos a un volumen exagerado (seguro conoces a más de uno), es que te hace presa fácil de accidentes, pues puede convertirse en un elemento distractor, evitando que puedas oír cualquier aviso, advertencia o ruido.  Particularmente en las calles, puede ser peligroso, no solo por vehículos, sino también por ciclistas y traseúntes. Es necesario que tengan los sentidos al 100% en lo que estás haciendo.

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De sentido común, la música nos aísla del exterior, nos distrae de nuestro entorno disminuyendo nuestra seguridad al correr. Al correr sin música, estamos más concentrados y alertas ante cualquier peligro exterior, ya sea una bici, una moto o un peatón anti runner.

En segundo lugar, y muy ligado con lo anterior, es que te aísla del mundo exterior y evita que estés alerta si alguna persona te grita. Ha pasado en muchas carreras o incluso entrenamientos en pistas, que por tener la música a todo dar, no escuches que te gritan: “Permiso” o “Pista”, y puede ser bastante molesto para los otros corredores. Quizá tú no estés corriendo con intención de ganar o bajar tu marca personal, pero hay muchos que sí, y debes ser consciente de ello.

Si bien correr y escuchar música son dos actividades placenteras para el deportista, correr con música puede no ser del todo bien visto. Muchos entrenadores recomiendan no escuchar música cuando se sale a rodar, a entrenar por caminos abiertos o si se va a participar de una determinada carrera.

Tercero, al correr con música no te das cuenta de cómo estás respirando y además puede que no obtengas un feedback de tu ritmo, debido a que podría afectar la percepción de la velocidad a la que corres. No tener auriculares te ayudará a no solo escuchar, sino además prestar atención,  de la información que brinda tu cuerpo en forma constante. El ruido de tus zancadas es pura música, y de la mejor. Así podrás saber si estás corriendo bien y te ayudará a mejor tu técnica de carrera.

El entrenador de Running Academy Santiago, Agustín Oyarzun, concuerda con estos datos y sugiere correr sin música, ya que al hacerlo tiene muchas distracciones. “Yo nunca lo he recomendado, porque generalmente cuando la gente corre sin música mejora sus marcas y eso se debe a que escucha su cuerpo, su respiración, y está mucho más atento a las cosas que van pasado”. Sin embargo, para calentar o un entrenamiento, señala que puede funcionar como motivador. “Hay entrenamientos que son regenerativos que uno puede hacer con música y ahí no hay problema, porque son trotes muy tranquilos”, sostiene.

Correr rápido también implica correr a un nivel más alto. Y correr a más nivel significa que nuestro pulso y funciones vitales, como la respiración, incrementan. Escuchar música, aunque puede hacer que te olvides del cansancio también puede generarte que no obtengas una retroalimentación de tu ritmo y no apreciar el nivel de esfuerzo.

Cuarto, es casi inevitable que cuando suena alguno de nuestras canciones favoritas, no tarareemos la letra. Esto se traduce en un mayor consumo de energía y, por ende, podría agotarte más rápido sin necesidad.

Quinto, y esto también es importante, cuando tienes los audífonos te pierdes de disfrutar del sonido ambiente, la emoción del momento.  Por ejemplo en carreras, te perderás de los ánimos de los aficionados, la música si es que en la competición está incluida….Si corres en montaña, no podrás disfrutar de el canto de los pájaros, el sonido del viento… siempre se pierde algo de encanto.

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En la montaña hay corredores que dejan de lado los sonidos de la naturaleza y prefieren buenas canciones para pasar los kilómetros de una carrera.

Sexto, si sales con tu grupo de entrenamiento, la música impide sostener conversaciones con ellos, que muchas veces son buenas en distancias largas para olvidarse del cansancio y del “cuánto falta”.  Qué incómodo cuándo te dicen “¿Qué? No te escuche bien”, por cargar los audífonos que parecen dos tapones más bien.

Séptimo, y relacionado con lo anterior, correr sin música te da la oportunidad de abrirte a los demás. Prueba un día sonreír a los demás runners y de seguro te devolverán la sonrisa, y podrás hacer nuevos amigos.

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Hay quienes prefieren no escuchar los sonidos del mundo exterior y que a través de la música logran concentrarse más y mejor en lo que están haciendo.

Octavo, correr sin música te ayuda a reflexionar. Ya de por sí correr relaja, libera, nos hace feliz. Las endorfinas que libera tu cuerpo cuando haces ejercicio ayuda a que tu mente se sienta más despejada para poder reflexionar con mayor fluidez y tomar mejores decisiones.

Nueve, correr es divertido en sí mismo. Estar sin música te permite valorar lo simple: la brisa rozando tu rostro, el calor o el frío, quienes nos acompañan, el sonido de nuestras pisadas y todo lo que nos rodea. Comenzar a  “contemplar” y no solo “ver” lo maravilloso que tenemos.

 

Diez y para cerrar, correr sin música también podría ayudarte a mejorar la brazada. Muchas veces quienes corren con audífonos tienen que sufrir porque se les enredan los cables, se les cayó un auricular, o incluso detenerse porque se les desconectó por completo del teléfono o reproductor. Si bien, existen de tipo inalámbrico, no todos tienen la posibilidad de vivir esa experiencia.

Correr con música

• Actúa como barrera contra la monotonía durante un recorrido largo.

• Estimula en momentos de escasas ganas de correr para evitar el abandono

• Puede ayudar a conectar con el entrenamiento específico.

• Permite incrementar la intensidad del ejercicio que se está realizando.

• Otorga sensación de compañía.

• Utilizar música durante el calentamiento previo a una competencia genera un significativo aumento en el rendimiento deportivo.

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En fin, si quieres mejorar tu forma de correr, definitivamente, plantéate hacerlo sin música. ¿puedes imaginas a Kipchoge o  a Wilson Kipsang o a cualquiera de la élite, participando en cualquiera de los grandes maratones del mundo al compás de su música preferida?

Si solo corres por hobbie o de vez en cuando, pues sigue disfrutando de tus melodías, eso sí, sin molestar a quienes buscan romper su récord personal. ¿De qué grupo eres tú?