A la mochila de hidratación se la suele conocer o denominar como Camelbak de manera general, aunque Camelbak es una marca especializada en mochilas de hidratación. Es una de las más reconocidas y quizá por eso se ha adoptado el nombre comercial de manera general cuando nos referimos a una mochila de hidratación
Correr con mochila de hidratación supone que tu cuerpo tendrá que hacer un mayor esfuerzo durante la carrera, con ello conseguirás mejorar tu rendimiento y obtener mejores resultados en poco tiempo. Sin embargo, no todo son ventajas a la hora de correr con mochila. Obviamente, correr con un peso adicional en la espalda puede afectar a ésta. Además de hacer que tus rodillas tengan que sufrir más de lo necesario durante la carrera, lo que a la larga puede ser perjudicial para ti.
Si lo haces bien, puede ser útil
Un aspecto importante para evitar problemas, es escoger una mochila de hidratación adecuada para el running, que pueda soportar cantidades de peso altas. Es fundamental que cuente con un cinturón que puedas atarte a la cintura, de manera que, una vez puesta sea la cadera la que soporte el peso y no la espalda, evitando posibles lesiones.
Debes empezar con poco peso, y según vayas notándote mejor, ir añadiendo progresivamente más carga. Una vez que cargues la mochila con el peso adecuado asegúrate de colocarla de manera que estés lo más cómodo posible, ya que tendrás que aguantar el peso de la mochila durante todo el recorrido.
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Las cintas de la mochila deben estar correctamente ajustadas a tu cuerpo sin dejarlas sueltas para que el peso añadido no repercuta en tu espalda. La postura siempre es importante en el running y más, incluso cuando corres con peso adicional. Por eso, debes ir relajado y sin tensionar los músculos de tu espalda, hombros y cuello.
Usar una mochila para añadir más peso durante tu entrenamiento puede ayudarte a mejorar tus resultados, pero debes saber utilizarla correctamente para que surta el efecto deseado. ¿Sabes utilizarla?
El primer punto que debemos ver es la capacidad. Todos sabemos que una de las grandes ventajas en una mochila de hidratación, es la disponibilidad de más capacidad de líquido frente a un bidón. En una mochila, se pueden llevar hasta 3-5 litros de agua mientras que en un bidón, quizás lo máximo sea de 1 litro.
Las mochilas de hidratación tienen, aunque no lo parezca, su mantenimiento. Después de cada uso, debemos limpiarla y secarla detenidamente. Si dejamos sin limpiar y secar, la bolsa de hidratación puede llegar a quedar inservible, ya que con la humedad pueden aparecer bacterias y olores que inutilizaran la bolsa. Hay muchas maneras y trucos de limpiar una mochila de hidratación y secarla, desde el uso de una percha de alambre doblada de tal manera que entre en la bolsa y la deje secar al aire o con una simple servilleta de papel para absorber toda la humedad.
Por el contrario un bidón no necesita hacer nada especial. Simplemente un pequeño lavado después de cada ruta, para limpiar el bidón en sí y la boquilla de la salida de agua, se puede lavar con agua y jabón y dejar secar abierto y en unos minutos está listo para su uso de nuevo. También hay que destacar que en un bidón se puede llenar de agua, bebida isotónica, cola o cualquier otro líquido, en cambio las mochilas de hidratación están diseñadas solo para agua.
El bidón solo sirve para llevar líquido. En cambio en nuestra mochila podemos portar todo lo que necesitemos desde un casco hasta cualquier kit de supervivencia.
Nosotros somos más partidarios de usar mochila de hidratación ya que creemos que las ventajas con respecto al bidón son más beneficiosas. Depende de la manera en que haces tus entrenamientos, si los enfocas a la competición o no, puedes elegir una cosa u otra.