El running se puede convertir en el peor enemigo de tus senos si no tomas las medidas oportunas
Cuida tus senos de los cambios bruscos de peso, el embarazo, la lactancia, la menopausia y del propio paso del tiempo, pero estos no son los únicos que provocan flacidez prematura.
A todos ellos les ha salido un duro competidor: el running. Que por más beneficioso que sea para la salud, se puede convertir en el peor enemigo de tu pecho si no tomas las medidas oportunas. «Sabemos todo lo bueno que aporta el running pero también puede tener muchas consecuencias para las mujeres, como el estiramiento del ligamento de Cooper, que provoca una flacidez prematura en la zona del pecho», advierte el cirujano plástico Mato Ansorena. Los desplazamientos que sufren los senos en la carrera o en el salto, por ejemplo, pueden llegar a 21 cm y en cualquier dirección. Estos efectos secundarios solo son reparables mediante cirugía.
Cuida tus senos con sujetadores adecuados
Sujetador adecuado. «Como siempre, lo más importante para hacer ejercicio es tener el equipamiento adecuado. Los conocidos como «Sports Bra» son la mejor sujeción para el pecho, ya que mantienen su firmeza y evitan cualquier rozadura o molestia con los aros habituales», recomienda el doctor Ansorena. La misión de un sujetador deportivo es la de recoger el pecho y reducir el impacto.
Entrenamiento: Beneficios del entrenamiento de fuerza
«Los sujetadores deportivos actúan en dos líneas, compresión y recogimiento. La compresión «presiona» el pecho contra los músculos pectorales, evitando o reduciendo el movimiento vertical, mientras que el recogimiento junta los pechos entre sí y reduce el movimiento lateral. La combinación de ambos reduce a cero los movimientos oscilatorios», asegura el Dr. Ansorena. Elige un sujetador deportivo con tirantes regulables, sin costuras ni varillas, realizado en un tejido transpirable y de asegúrate que es de tu talla.
Tu dieta es clave para mantener tus senos firmes
Dieta rica en antioxidantes. Procura incrementar la ingesta de alimentos ricos en vitamina E antioxidante. Está presente en los aceites vegetales (oliva, de germen de trigo, girasol, cártamo, maíz y soja), frutos secos (almendras, nueces, cacahuetes y avellanas), verduras de hoja verde (acelgas, espinacas, brócoli, hojas de nabo y col rizada), y hortalizas (pimientos, tomates y calabaza). «Es una buena fuente de energía, pero además, reduce el daño muscular», asegura el cirujano. De hecho, su deficiencia puede causar daños a los nervios y los músculos con pérdida de sensibilidad en los brazos y las piernas, pérdida de control del movimiento corporal, debilidad muscular y problemas de visión. Por otro lado, para mantener el pecho firme hay que disminuir el consumo de café y azúcares. «Son aditivos que lo único que hacen es aumentar las molestias en la zona del pecho cuando estás con el período», advierte el experto.
Cremas y constancia en su uso
La flacidez y la pérdida de densidad de la piel son los peores enemigos de un pecho hermoso. Para combatir esto, debemos decantarnos por una crema que favorezca la formación de colágeno y elastina, que contenga ingredientes como el silicio, la centella asiática o la rosa mosqueta. Para potenciar sus efectos, estas cremas pueden también incluir aceites esenciales que aportan un extra de hidratación, al igual que vitaminas y aminoácidos.
Cremas específicas que deben contener ingredientes «rellenadores» como el ácido hialurónico, el guggul ayurvédico o el mangostán, que dan un volumen mayor al busto al captar y almacenar agua y ácidos grasos en la piel. También agentes tensores como el silicio, los péptidos y el biofermento de algas. Y antioxidantes e hidratantes, como la vitamina E, la creatina, los factores de crecimiento o la manteca de cacao, para evitar el envejecimiento de la piel e irritaciones ocasionadas por el roce o el sudor. «Elige cremas específicas para pecho con efecto reafirmante y tensor, y aplícatelas mediantes ligeros y amplios movimientos desde la base del pecho hasta el mentón. Y utiliza una mascarilla reafirmante una vez a la semana, preferiblemente por la noche, para retrasar el «descolgamiento»», concluye el experto.