«No puedo entrenar porque no tengo tiempo». He escuchado esta frase a lo largo de mis años como atleta de selección nacional y también hoy en día como corredor “popular”. Es la excusa de muchas personas que se escudan tras ella para no empezar a correr o a realizar cualquiera otra disciplina.
«No puedo entrenar porque no tengo tiempo»; para mi esta frase es totalmente falsa, tiempo es lo que sobra, lo que no hay es planificación del tiempo. Vamos a preguntarnos cuantas horas tiene el día; 24 horas, ni mas ni menos, de las cuales debería mínimo dormir 8 horas, aunque yo me acostumbré a que fueran 6, pero supongamos que sea lo anterior; debería tener 8 horas para el trabajo en algunos casos son 10 o 12 pero volvamos a lo habitual 8 horas por lo que tendría 8 horas para el resto; estudiar, comer, televisión, fiesta, transporte, etc.
Aquí es donde viene la planificación. Supongamos que sea imposible después del trabajo, podría repensar ejercitarme al despertar o al mediodía; no es necesario correr 2 horas, la calidad sobre la cantidad, puede ser media hora bien realizadas.

En mi caso yo corro por las calles de mi urbanización, en Caracas. He sacado la cuenta del tiempo que tardaría en ir hasta el Parque del Este; a Los Próceres o al mismo estadio universitario. Por lo que ese tiempo de viaje, ida y vuelta se lo dedico al ejercicio. También podría no utilizar el carro y regresar a casa trotando; puedo llevar la ropa en un morralito; yo mismo lo he practicado y he visto corredores por la calle con su bolsito.

Algunos dirán la inseguridad, bueno hay que convivir con ella y no vestirse con ropa demasiado ostentosa ni con reloj, audífonos, celular visible. Yo trabaje en un edificio y mi oficina quedaba en el piso 11 que sumado a una mezzanina y 3 pisos de sótanos eran 14 pisos y si llegaba al PH eran 2 pisos más; por lo que tome como hábito subirlos todos los días y mi mejor tiempo sin reventarme era de 2 min. 10 seg.
Algunos dirán que sudan demasiado pues háganlo al salir, antes de irse a casa y eso los ayudará enormemente en su capacidad cardiovascular; y para los corredores de montaña un entrenamiento pasivo de calidad. Todavía a esta altura, habrán muchos que dirán, «No puedo entrenar porque no tengo tiempo» pues les digo que observen a su alrededor y vean la historia de sus compañeros de trabajo.

Hay gente que vive lejos de Caracas, que suben a la capital a trabajar, estudian hasta altas horas de la noche y regresan a su casa y entrenan al mediodía. Yo tuve un compañero que se levantaba todos los días, por cierto era un elite, a las 4:00 a.m.; realizaba su entrenamiento y luego trabajaba como mecánico durante 8 horas y luego se iba nuevamente a entrenar; tiene esposa e hijos y también las atiende.
Insisto, es cuestión de organizarse, es decir si puedo hacerlo, convencerte que si hay tiempo para todo; disminuir algunos de los placeres como ver la televisión, dormir menos, menos fiestas, tomar cervezas; es un poco de sacrificio para lograr una mejor salud y una mejor calidad de vida. Cuando empiecen y logren hacerlo durante por lo menos un mes se darán cuenta que están cambiando; que su mente lo va aceptando que su cuerpo mejora, que se siente hasta mejor y menos cansado. Atrévete, da el primer paso y te darás cuenta como tu vida cambia para mejor.