Muchas veces habrás escuchado el comentario que correr a la larga puede desgastar tus rodillas y que esto podrás apreciarlo más cuando estés mayor. Pero, ¿cuánta verdad hay en esta creencia popular?

Trotar o correr, en sí mismo no le causará artritis. Si ya tiene artritis, y tienes hueso y contacto con el hueso, ni tampoco cartílago en las rodillas, si, corre lo empeorará

Si está corriendo y trotando y el dolor se vuelve tal que altera la forma en la que usted corre, entonces es el momento de parar e ir a ver a su médico.

Correr no hará «leña» tus rodillas

La realidad es que infinidad de estudios demuestran que, el running a pesar de ser un deporte de alto impacto, en lugar de “hacer leña” tus rodillas, tonifica las articulaciones, previniendo enfermedades en ellas, y fortaleciéndolas. Eso sí, no debes olvidar hacer el calentamiento previo, correr con la técnica de carrera correcta, y chequear tu estado de salud con un médico.

En el caso de las mujeres, el esfuerzo que supone correr, ayuda a prevenir la osteoporosis. La reincidencia de los impactos que tienen lugar durante una carrera estimulan los osteoblastos, células que regeneran y construyen los huesos. Esto hace que la enfermedad se prevenga, aplace su aparición o incluso nunca se presente.

Los estudios hablan por sí solos

Muchas investigaciones que han salido a la luz desmienten este mito tan extendido sobre que correr daña tus rodillas. Entre los resultados que se han obtenido tenemos:

  • Las carreras de larga distancia producen un efecto protector contra la degeneración de las articulaciones; además existen un estrecha línea entre los corredores y la prevención de la osteoartritis
  • En corredores de maratón con un promedio semanal de 41 kilómetros no se reportaron anomalías en meniscos o rodillas. De hecho, se obtuvo que las probabilidades de desarrollar estos problemas en corredores no es mayor que la prevalencia reportada en personas sedentarias o que practican algún otro deporte.
  • A través de resonancias magnéticas, se observa que las rodillas de corredores amateurs de maratón (antes y después), no presentan lesiones graves de los cartílagos, los ligamentos o de la médula ósea de la rodilla en corredores bien entrenados. Y así muchas otras investigaciones.

No corras solo en asfalto y fortalece

Por supuesto, debes tener presente que todos los excesos no son buenos. Procura no correr tanto en asfalto, sino combinar los entrenamientos por tierra o en la grama, así evitarás que tus rodillas deban sufrir toda la carga.

Además, es importante que pongas atención en el fortalecimiento de todas las zonas de tu cuerpo; incluyendo, por ejemplo, entrenamientos de fuerza para tus rodillas un par de veces a la semana, esto te ayudará a fortificar los músculos que aguantarán el impacto y evitará las posibles lesiones a futuro.

Si tienes unos kilitos de más, es importante que tomes consciencia y para que tu salud ni tus rodillas se vean agravadas, te plantees la opción de adelgazar y no seguir aumentando de peso. Esto debido a que podrías forzar las rodillas y desgastarlas con facilidad.

Por último, sé inteligente y escucha a tu cuerpo. No dejes que la ansiedad te venza y sobrecargues a tu cuerpo de más kilómetros que no puede tolerar, y que fácilmente te pueden causar un daño mayor. Esto, o un mal paso, podría ocasionar la famosa rodilla del corredor, pero en eso eres tú quien tiene toda la responsabilidad y no el ejercicio como tal.