La natación es un deporte ideal que deberías combinar con el running, pues si bien, este último ofrece numerosos beneficios, suele ser una práctica de alto impacto, que puede verse contrarrestado en forma positiva si decides sumergirte al agua un rato y dejar descansar tus zapatillas
Running y natación, dos deportes que nada tienen que ver (salvo en el triatlón) y que, sin embargo, cuando se alternan dan unos resultados espectaculares.

La natación te ayuda a mejorar
Según los especialistas, la natación tiene muchas ventajas, entre estas permite reducir la propensión a sufrir lesiones; además ayuda a trabajar el tren superior e inferior de manera más intensa, fortaleciendo estas zonas e impactando positivamente en el running.
Además, seguro has escuchado que es una de las disciplinas deportivas más completas, y sí, lo es, y es que nadar permite un gran desarrollo aeróbico e implica la mayor parte de los músculos de nuestro cuerpo, sin forzar las articulaciones; lo que no sucede al correr, que se centra sobre todo en el tren inferior, y es considerado un ejercicio de impacto.

Ampliamente recomendada
Comenzando por el hecho de que la natación la pueden practicar personas de todas las edades; nadar suele ser recomendada para personas con problemas de espalda, dolor de columna y cervicales para reducir tensiones y mejorar la postura. Pero además, al ayudar a una mejor circulación de la sangre, también se sugiere a personas con tensión alta…
Por si fuera poco, también favorece la respiración, pues incrementa la capacidad pulmonar, sobre todo si lo haces con cierta frecuencia y durante un lapso considerable. De aquí que todos estos beneficios de la natación permiten mejorar tu práctica running.

Por otro lado, te alegrará saber que nadar es un excelente ejercicio si buscas perder peso. Tan solo una hora de natación permite quemar entre 600 y 800 calorías, por supuesto que de esto depende la intensidad del entrenamiento y el peso corporal de cada quien. Si combinas la natación y el running, quizás podrás lograr más rápido este objetivo.
El mejor momento
Pero, ¿cuándo nadar?, ¿antes o después? Se recomienda hacerlo tras una competición o un entrenamiento fuerte, para así poder activar y acelerar la relajación muscular.
De acuerdo a un estudio de la National Center for Biotechnology Information (NCBI), revela que nadar, así como correr, favorece o disminuye la ansiedad o depresión, aumenta la energía, incrementa la capacidad cardiovascular, la resistencia, entre muchos otros.
