Ya sea ocasional, regular o intensivo, el deporte juega un papel importante en la vida de casi dos tercios de la población. Sin embargo, pocos de ustedes consultan a un médico deportivo, con fines de prevención o para realizar exámenes

La prueba de esfuerzo consiste en aumentar el trabajo del corazón para detectar una posible anomalía a través de un electrocardiograma. No está necesariamente reservado para personas con problemas cardíacos o deportistas de alto nivel, y puede ser recetado por su médico. El objetivo es comprobar el estado de las arterias del corazón, observar la frecuencia cardíaca durante el ejercicio y la variación de tensión cuando empujas tu cuerpo al máximo. Puede detectar muchas enfermedades del corazón y evaluar el riesgo de ataque al corazón. Se recomienda realizar esta prueba antes de reanudar la práctica deportiva, especialmente a partir de los 35 años.

La prueba de esfuerzo: ¿Para quién?

Es muy posible realizar una prueba de esfuerzo desde la adolescencia. Sin embargo, se recomienda principalmente para hombres mayores de 35 años. Es a esta edad cuando se produce un aumento de accidentes durante el esfuerzo. La edad y diversos factores provocan la obstrucción de las arterias en forma de placas denominadas ateromatosas. Por lo tanto, una actividad física significativa puede causar la ruptura de una de las placas que recubren el interior de las arterias. Muy rápidamente, la formación de un coágulo obstruirá la arteria y generará un trastorno del ritmo cardíaco.

Lo específico de las pruebas de esfuerzo específicas con fines deportivos es que la persona estará sometida a un esfuerzo máximo. Esto implica que el esfuerzo es muy intenso, que el atleta se somete a una prueba importante desde el punto de vista fisiológico.

La prueba de esfuerzo también se recomienda para mujeres mayores de 40 años que deseen retomar la actividad física y deportiva, para personas que se preparan para un esfuerzo físico intenso como maratones y para deportistas de alto nivel. También se recomienda para personas con factores de riesgo cardiovascular (hipertensión arterial, tabaquismo, hipercolesterolemia, antecedentes familiares de cardiopatías, etc.) . Además, la muerte súbita durante la práctica deportiva suele representar la primera manifestación clínica de una patología cardiaca subyacente, en el 90% de los casos es de origen cardiovascular.

¡La prueba de esfuerzo es, por lo tanto, un examen preventivo

y es esencial para la salud!

A partir de los 35 años en hombres y 40 en mujeres, se recomienda repetirlo cada 5 años, excepto en caso de síntomas (dolor toráxico, palpitaciones, malestar general, dificultad inusual para respirar, fatiga de esfuerzo inexplicable). En este caso es urgente una consulta antes de retomar una actividad.

La prueba de esfuerzo: ¿cómo?

Esta prueba se realiza en presencia de un médico, a menudo asistido por una enfermera. La mayoría de las veces se realizará una entrevista con el fin de conocer los antecedentes familiares y los riesgos cardiovasculares ligados por ejemplo al consumo de tabaco, la presencia de diabetes, colesterol o hipertensión. En la práctica, el examen se realiza en una cinta rodante o en una bicicleta. En cuanto a un electrocardiograma de estrés, los electrodos se pegan en el pecho del paciente conectado a una computadora. Los pacientes realizan una sesión de bicicleta o cinta de correr cada vez más intensa por etapas durante la cual, el médico registra la actividad del corazón. El médico explora la capacidad del corazón y del sistema vascular para adaptarse al ejercicio y al aumento del trabajo cardíaco.

La prueba de esfuerzo: ¿los riesgos?

Los accidentes (trastornos del ritmo cardíaco, malestar, caída) son infrecuentes y las complicaciones muy excepcionales. No obstante, existe riesgo de infarto por lo que se vigila al paciente durante todo el evento. ¡Esto es lo que se busca! El sistema cardiovascular se presiona al máximo para buscar una complicación. Esto por supuesto en un ambiente seguro. Tenga en cuenta que la prueba de esfuerzo puede estar contraindicada en caso de varios factores, evaluados antes del inicio de la prueba. También se recomienda darse un período de descanso de al menos una hora al final de la prueba.

En conclusión, para practicar una actividad física con serenidad, es imprescindible una visita de chequeo médico anual, para todos los deportes y todas las edades. No obstante, para evaluar más a fondo tu estado de salud, se recomienda la prueba de esfuerzo.

¡Recuerda que la prevención es la clave para mantenerte saludable!

 

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