La pubalgia es una lesión más común entre los hombres, no solo entre los corredores, sino también entre los futbolistas, practicantes de CrossFit y rugby
La pubalgia se puede prevenir. Para prevenirla es muy importante saber qué es, cuál es su causa, cómo tratarla y prevenirla.
¿Qué es la pubalgia?
Este es un tipo de tendinitis que afecta el áreailio-pubiana del abdomen o el muslo. Por lo general, este tipo de lesión se manifiesta como dolor en la zonal pubis. Esta es una lesión muy común cuando haces ejercicio todos los días sin tomarte el tiempo para descansar y recuperar tus músculos.

Hay tres tipos pubalgia, según la ubicación específica:
- Alta: La zona de la lesión es la abdominal.
- Baja: El área lesionada es la de los aductores.
- Mixta: En este caso están afectadas ambas zonas.
¿Qué causa la pubalgia?
Este tipo de lesión es muy común y está provocada por la sobrecarga muscular; por el exceso de trabajo; por ejercicios repetitivos que forman parte de la actividad física o entrenamientos que requieren de mucho esfuerzo. Esto puede provocar el deterioro de los ligamentos que se encuentran en el área púbica. Esta lesión es más común en atletas con músculos abdominales débiles o curvatura espinal muy pronunciada.
Además de esto, existen otros factores de riesgo, como no hacer acondicionamiento antes del entrenamiento, no estirar antes y después del entrenamiento, cambios bruscos de velocidad, entrenar en zonas inapropiadas o el riesgo de realizar trabajos con movimientos repetitivos deficientes.
Síntomas
El síntoma más común es el dolor en la ingle o en la parte inferior del abdomen. Con el tiempo, este dolor se volverá más severo e intenso, y es posible que notes cómo se irradia a los muslos.
Al principio, es posible que solo notes el dolor al final del ejercicio, pero a medida que pasa el tiempo, lo notarás durante o al comienzo del entrenamiento e incluso te impedirá continuar.
Tratamiento y prevención
Como ocurre con cualquier lesión, lo más importante es acudir a un médico para un correcto diagnóstico y luego derivarlo a un fisioterapeuta.
Un fisioterapeuta puede elegir varias técnicas que se pueden usar en combinación, según la gravedad y la etapa de la lesión.
Las técnicas que pueden usarse para tratar esta lesión incluyen compresas de hielo, terapia de tensión, terapia magnética, estiramiento, láser, ultrasonido y masajes.
Siempre, al entrenar, debes hacerlo acuerdo a tus habilidades, no tratar de cubrir más de lo que lo que puedes. También debes acondicionar siempre antes de entrenar, de igual forma, estirar antes y después de entrenar. En el caso de los estiramientos, debes realizar ciertos ejercicios específicos de los músculos relacionados con la lesión.