Los desgarros de los meniscos están entre las lesiones de rodilla más comunes. Los atletas, en especial quienes juegan deportes de contacto, tienen riesgo de sufrir desgarros de los meniscos. Cuando la gente habla de un cartílago roto en la rodilla, por lo general se refiere a meniscos desgarrados
La rodilla es la articulación más grande de su cuerpo y una de las más complejas. Debido a que la usamos tanto, es vulnerable a sufrir lesiones. Como está formada de tantas partes, muchas cosas diferentes pueden desarreglarse entre ellas los meniscos.
La rodilla esta formada por tres huesos: el hueso del muslo (el fémur), el hueso de la espinilla y de la pantorrilla (tibia) y la rótula (la parte central redondeada), así como por el tejido blando que los conecta entre sí. Entre el fémur y la tibia, hay dos discos cartilaginosos en forma de C que actúan como amortiguadores, absorbiendo los impactos que experimentan los huesos, y ayudan a mantener estable la rodilla. Estos discos se denominan meniscos y se pueden desgarrar parcialmente o romper por completo, sobre todo cuando la rodilla gira o se tuerce súbitamente mientras está doblada.
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Desgarros súbitos de los meniscos a menudo ocurren durante los deportes. Los corredores de montaña pueden flexionar y tornear la rodilla, causando un desgarro. A veces hay un contacto directo involucrado. Los movimientos regulares que se hacen durante el trabajo pueden causar lesiones.
Síntomas
Puedes sentir un sonido como de explosión de burbuja («pop») cuando se desgarra un menisco. La mayoría de las personas igual caminan con la rodilla lesionada. Muchos atletas siguen jugando con un desgarro. Después de 2 o 3 días, tu rodilla gradualmente se pondrá más rígida e inflamada.
Los síntomas más comunes de desgarro de los meniscos son:
- Dolor.
- Rigidez e inflamación.
- Inmovilización o trabado de su rodilla.
- La sensación de que tu rodilla «colapsa».
- Si no eres capaz de mover la rodilla en el rango completo de movimiento. Sin tratamiento, un pedazo del menisco podría soltarse y migrar al interior de la articulación. Esto puede causar que tu rodilla falle, cruja o se trabe.
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Tratamiento no quirúrgico
Si el desgarro es pequeño y en el borde exterior del menisco, podría no requerir reparación quirúrgica. Siempre y cuando sus síntomas no persistan y tu rodilla esté estable, el tratamiento no quirúrgico podría ser todo lo que necesites.
RICE. El protocolo RICE es efectivo para la mayoría de las lesiones relacionadas al deporte. RICE es la sigla del inglés que significa R=Reposo, I=Hielo, C=Compresión y E=Elevación.
- R=Reposo: Deja por un tiempo la actividad que causó la lesión. Tu médico podría recomendarte que use muletas para evitar el peso en su pierna.
- I=Hielo: Usa paquetes fríos durante 20 minutos cada vez, varias veces al día. No apliques hielo directamente sobre la piel.
- C=Compresión: Para prevenir hinchazón adicional y pérdida de sangre, usa un vendaje elástico para compresión.
- E=Elevación: Para reducir la inflamación, reclínate cuando descanses y pon tu pierna en alto por encima del nivel de su corazón.
Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Los medicamentos como la aspirina y el ibuprofen reducen el dolor y la inflamación.
Tratamiento quirúrgico
Si los síntomas persisten con el tratamiento no quirúrgico, tu médico podría sugerir la cirugía artroscópica.
La artroscopia de rodilla es uno de los procedimientos quirúrgicos más comúnmente realizados. En este procedimiento, una cámara en miniatura se inserta a través de una pequeña incisión. La artroscopia da una visión clara del interior de la rodilla. Su cirujano ortopédico inserta instrumentos quirúrgicos en miniatura a través de otras incisiones pequeñas para rebajar con recortes o reparar el desgarro.