A menudo vemos cómo se promueve hacer ejercicio a pesar de la falta de ganas o incluso del cansancio. Lo cierto es que hay que tener cuidado con estas afirmaciones e ideas, ya que el cuerpo manda señales cuando necesita recuperarse

Aprende a leer las señales que envía tu cuerpo, si se ignoran, es probable que se caiga en lo que comúnmente se llama sobreentrenamiento.

Como su nombre indica, el sobreentrenamiento se produce cuando la persona está haciendo un exceso de actividad física, o bien, si la carga de entrenamiento es la habitual pero no se está descansando o alimentándose como el cuerpo necesita.

Sobreentrenamiento

La falta de un plan de entrenamiento, la realización de planes repetitivos y excesivamente largos tienen consecuencias negativas en tu organismo.

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Dependiendo de la persona, los síntomas varían. De hecho, a menudo se escucha hablar de “síndrome de sobreentrenamiento”, ya que los síntomas han sido extraídos de los datos de estudios de numerosos casos, y en algunos de ellos, los síntomas han sido contrapuestos.

Sobreentrenamiento

Algunas de las señales más comunes que indican que se padece sobreentrenamiento son las siguientes:

  • Alteración del sueño, dado que el descanso de calidad es una parte fundamental del entrenamiento.
  • Cambios de humor, que tienden a la irritabilidad o la apatía.
  • Pérdida de peso: como consecuencia de los anteriores, se suele producir una falta de apetito que lleva a la pérdida de peso.
  • Disminución del rendimiento físico, ya que el sobreentrenamiento viene acompañado de dolores, malestar físico o pesadez muscular.
  • Gran falta de concentración y atención, pues no solo afecta a nivel físico, sino también mental.

Entre otros orígenes del problema encontramos un desequilibrio en la alimentación y en la hidratación

Y es que por una parte, los nutrientes que ingerimos pueden facilitar la recuperación muscular, pero, por otra, si llevamos a cabo una actividad física intensa y una incorrecta hidratación, padeceremos una reducción del rendimiento y de las energías.

El estrés, la ansiedad o los problemas del día a día también pueden ser causas del sobreentrenamiento, puesto que contribuyen a que no nos recuperemos después de la actividad física. En última instancia, todas estas situaciones prolongadas en el tiempo pueden derivar en lesiones musculares, depresión psicológica o problemas nutricionales. De ahí la importancia de consultar a un médico en cuanto se noten los primeros síntomas.