El piramidal es uno de los músculos que hace posible la rotación externa. Este músculo se origina en la superficie anterior del sacro y se inserta en el borde superior del trocánter mayor del fémur

En primer lugar, el piramidal, no sólo es capaz de girar externamente la cadera, sino que también ayuda a la abducción y se convierte en rotador interno cuando el muslo está flexionado hacia 90 grados.

En segundo lugar, el piramidal es un músculo relevante ya que divide el agujero ciático mayor de la pelvis en dos regiones, una por encima y otra por debajo del músculo piramidal o piriforme. Vasos y nervios viajan entre la pelvis y la región glútea pasando a través de una de estas dos regiones. El nervio ciático, por ejemplo pasa a través del agujero ciático mayor por debajo del piramidal.

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El músculo piramidal puede dar problemas si se mantiene excesivamente tenso, provocando incluso dolores en nuestra zona lumbar. En la reproducción inferior, pueden observar la posición de este músculo profundo y cómo afecta en la movilidad de la cadera y en la propia estabilidad y estructura de la pelvis.

¿Cómo se realiza el estiramiento del piramidal?

Debemos tener una posición inicial en decúbito supino, tumbados hacia arriba en el suelo (aconsejable emplear una colchoneta). Posteriormente realizaremos una flexión de la articulación de las rodillas y apoyaremos los pies sobre la superfice.
El segundo paso es elevar la pierna del lado en donde queremos realizar el estiramiento del piramidal. La colocamos sobre la otra, apoyando el pie en la parte distal del muslo, próximo a la rodilla.
El tercer paso es abrazar el muslo de la otra pierna, la contraria. Para después elevar suavemente, empujando la pierna a estirar de modo que intentaramos aproximar la rodilla a nuestro pectoral.
La ejecución del movimiento se para en el instante en el que notamos que el músculo se tensa sin dolor (es decir, se produce el estiramiento del piramidal). Debemos mantener la posición al menos 15 segundos y un máximo de 30 segundos y posteriormente retomamos la posición inicial.
Este estiramiento del piramidal debemos realizarlo con la pierna contraria y la ejecución es la misma pero cambiando el lado.

¿Cuáles son los signos y síntomas del síndrome del piramidal?

Este síndrome se presenta mediante un dolor en la zona glútea, irradiándose hacia la cara posterior del muslo. El dolor puede incluso empeorar cuando el músculo piramidal se estira o se ve en una situación comprometida.

Otros síntomas pueden ser el disponer de un rango de movimiento menor al normal, espasmos musculares en la zona glútea o síntomas neuropáticos como ardor, hormigueo, debilidad y entumecimiento. Todos estos pueden desembocarse si el nervio ciático se ve comprimido.