¿Calores y sofocos? La menopausia llegó para quedarse y el running está allí para ayudarnos a mantenernos bellas, saludables y activas.
Llegas a los 50 y tu cuerpo comienza a cambiar, ya la menstruación ha cesado definitivamente, y se encienden las alarmas, específicamente la alarma de incendio porque siente que eres una antorcha, comienzan los sofocos y la sudoración. Tiempos de menopausia.
La menopausia es más que un efecto en nuestro sistema reproductor, la cantidad de esas cositas que llaman estrógenos que fortalecen nuestros huesos y que son fundamentales en la manera de la sangre se mueve por nuestro cuerpo comienza a ser menor y como resultado, la presión de nuestra sangre, la tensión, y la sensación de temperatura cambia radicalmente.

Comienzan esas noches de insomnio en que si te arropas hierves y si de desarropas también, tienes la piel fría por el aire acondicionado pero igual te sientes acalorada. Según leí, el bajo nivel de estrógenos obstruye la actividad de los vasos sanguíneos que normalmente se expanden a medida que envían la sangre más cerca de la piel para que se refrigere así que el calor interno ya no es un rubor, estamos ardiendo.
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Si eres corredora o haces alguna actividad física hay buenas noticias y sino aún puedes comenzar.
¿En que nos ayuda la actividad física?
- Bye llantitas: Durante la menopausia se gana peso porque se acumula grasa y normalmente se fija en la zona abdominal ¡horror!
- Practicar ejercicios regularmente nos ayuda a mantener un peso adecuado, claro también debemos cuidar nuestra alimentación.
- Frenas la osteoporosis: La reducción de los benditos estrógenos acentúa también la pérdida de masa ósea. Para frenar esta pérdida correr o caminar resulta sumamente positivo, porque aumenta la masa ósea y reduce el riesgo de fracturas. Los ejercicios de resistencia ayudan a incrementar la masa muscular y son excelentes para contribuir a la salud de los huesos. O sea ¡A Moverse!

- Mejoras tu circulación sanguínea: Al realizar ejercicio mejora el retorno venoso por tanto se reduce la tensión arterial, y se incrementan los niveles de colesterol bueno al tiempo que se reduce el nivel de colesterol malo.
- Mejora la oxigenación y las funciones de los pulmones se optimizan. O sea , que tendremos oxigeno para rato y esto junto a una hidratación adecuada mejorará el aspecto de nuestra piel, facilitará toda la movida intestinal y estaremos bellas.
- Y ni hablar de lo positivo que es para nuestro estado de ánimo. Lo que siempre nos dicen: Con la actividad física se liberan endorfinas, hormonas que segrega el cerebro de manera natural, y que producen sensación de alegría y bienestar. De este modo, el deporte ejerce una acción protectora contra la depresión, los trastornos de ansiedad, el estrés, la irritabilidad, la disminución de la libido, nada de esto ¡Borrálo!
- Mejora nuestro patrón de sueño: El insomnio es otra de las molestias asociadas a la menopausia. El ejercicio incrementa la producción de melatonina, una hormona implicada en nuestra capacidad para conciliar el sueño. Es mejor hacer deporte por la mañana o, si esto no es posible, al menos dos o tres horas antes de acostarse.
- Nos hace más ágiles: No es un secreto que hacer ejercicios aumenta la capacidad de coordinación, los reflejos y la agilidad, lo que nos hace más ágiles y disminuye el riesgo de las caídas.

¡Ánimo!, no todo es malo, recuerda que los síntomas son temporales. Vivamos esta etapa con alegría, informándonos de todo aquello que pueda ayudarnos y sobre todo ¡Muévete!