A un corredor se le reconoce fácilmente por sus uñas ya que los microtraumatismos repetitivos de sus dedos con la puntera de la zapatilla van a producir en muchas ocasiones pequeños o grandes desastres en sus uñas

Las pobres uñas del corredor, tan subvaloradas, tan feítas,  si eres un corredor experimentado, con miles de kilómetros en tus depiladas piernas, probablemente tus pies se parezcan a los de una criatura de la mitología. Los atletas nos enfrentamos a dificultades y retos constantemente, es parte de nuestra vida. Pero también sufrimos consecuencias como presencia de hematomas, encarnamientos o la pérdida total o parcial de las mismas y una que a muchos nos da pena: los hongos

Los hongos de las uñas son más frecuentes en los pies que en las manos porque estos crecen de acuerdo a ciertas condiciones. Los factores que los producen son la humedad, el calor, fisuras o traumatismos y, en el caso de los corredores, el uso de zapatos muy apretados.

 

Para prevenirlos, es fundamental secar bien los pies después del baño, ponerles talco y no usar zapatos apretados, ni cerrados, por mucho tiempo. Las sandalias, de vez en cuando, no hacen daño, no les tengas miedo.

Lo hongos en las uñas, cuando se complican, pueden formar hematomas, y en estos casos hay que acudir al dermatólogo para que extraiga el líquido. El alcohol de quemar, o azul, es muy bueno también para matar las bacterias que se alojan en los zapatos cerrados. El tratamiento de los hongos es muy complicado y duradero porque depende del crecimiento de la uña.

Otro clásico es el síndrome de la uña negra

La dolencia conocida como ‘uña negra’ se produce por un hematoma o acúmulo de sangre bajo la uña y, generalmente, está provocado por microtraumatistmos repetitivos (roce con el calzado, choque del dedo contra la zapatilla en bajadas prolongadas, etc.). Puesto que la sangre no puede salir hacia el exterior, se almacena bajo la uña, provocando dolor y que la uña adquiera un color azul-morado.

Uñeros

Los uñeros  son incrustaciones del borde de la uña en el reborde de la piel, favorecida por la forma en teja de la uña, el exceso de sudor, infecciones repetitivas y el engrosamiento de la lámina ungueal, el uso de zapatos estrechos y, en el caso concreto de los corredores, los microtraumatismos y el exceso de pronación, provocando el despegue del pie por el lateral del primer dedo, originando primero inflamación y después encarnamiento.

Recomendaciones para preservar la salud de las uñas

– Cortar las uñas rectas a nivel del borde libre de la piel. En el caso de tener una competición, las uñas se cortarán entre 7 y 10 días antes del día de la carrera.
– Secar bien los pies después del baño o la ducha
– Neutralizar el exceso de sudor con algún preparado
– Evitar calzado y calcetines que opriman los dedos
– La zapatilla deportiva será un número mayor, o al menos 0,5 cm más, que el calzado habitual
– Usar una lazada que acordone firmemente la zapatilla a nivel de la garganta de pie. Un dibujo de lazada recomendado es aquel que cruza el cordón que sale de la zona del primer dedo hasta el último ojal del lado contrario, donde se ata el nudo. El resto de los cordones pasará de lado a lado. De esta forma, el cordón levantará levemente la tela de la zona del primer dedo dando más espacio.
– Ante un cambio de coloración, aspecto o groso de las uñas, acudir al podólogo