Cuando comenzamos a notar los síntomas de la gripe miramos para otro lado. Nuestro objetivo está cerca, llevamos muchas semanas de preparación y lo último que queremos es que la meta se aleje por una enfermedad o por lesión

Correr con gripe ¿Salir o quedarse en casa recuperándose? esa es la gran pregunta. Hay quien responde inmediatamente que un catarro se afronta con una buena sudada en una tirada larga. Eso sí, si ya no hablamos de un simple catarro y sí de dolores musculares y articulares, tos, fatiga, fiebre y malestar general estamos hablando de otra cosa. El miedo a romper con el plan puede llevarnos a salir a entrenar en unas condiciones que sería mejor afrontar en el sofá con la mantita.

¿Qué dicen los estudios?

Un trabajo realizado por un grupo de médicos de la Universidad de Ball State, en Indiana. Aseguran que el ejercicio físico estimula el sistema inmunitario de las personas que corren y que, por lo tanto, ejercitarse de forma moderada podría ayudar a un mejor funcionamiento de nuestras defensas frente a los virus que nos atacan.

Correr con gripe

Realizaron un experimento en el que participaron 50 personas que fueron contaminadas con el «rinovirus», el principal virus asociado al resfriado. El primer grupo de 25 personas hizo ejercicio moderado/suave durante una semana, a un 70% de su frecuencia cardiaca máxima. El resto del grupo, los otros 25, fueron sedentarios durante el mismo tiempo.

El resultado del estudio concluyó que ninguno de los dos grupos empeoró sus síntomas después del periodo de investigación. Eso sí, el grupo «deportista» mejoró sus sensaciones y minimizó su malestar. El director del estudio aseguró que «nadie se siente bien cuando tiene un catarro pero las personas que aún estando enfermas consiguen hacer ejercicio suave en intensidad y no muy prolongado en duración, no empeoran su estado y al mejorar sus sensaciones mejoran su calidad de vida».

Hay varios especialistas que coinciden en señalar que si las molestias se localizan de cuello hacia arriba es beneficioso hacer ejercicio de forma liviana. Si las molestias las tenemos en pulmones el resto del cuerpo es preferible parar unos días.

Consejos si quieres correr y eres atacado sin piedad por una gripe y evitar que se complique con una neumonía

Calienta antes de empezar
Haga frío o calor, el calentamiento es fundamental antes de empezar el entreno. No hay que forzar la máquina desde el minuto uno. Es mejor empezar despacito, disfrutando de las sensaciones y sin hacer desgastes innecesarios.

Estira a cubierto
Los estiramientos finales debemos hacerlos ya con ropa seca y resguardados del frío. Es la forma de evitar enfriamientos innecesarios que pueden llevarnos a complicaciones futuras.

Hidrátate más que nunca
La gripe y el resfriado aceleran la deshidratación por lo que es importante aumentar la cantidad de líquidos. Puedes hacerte un buen suero casero a base de agua, zumo de limón, bicarbonato, miel y un poco de sal. Bebe, aunque no sientas sed, antes, durante y después del entrenamiento.

Aliméntate bien
Es habitual la falta de apetito cuando se está resfriado pero si vas a hacer deporte necesitas cargar bien tus depósitos. Si no tienes hambre procura tomar purés y sopas calientes. Si les añades pescados y pechuga de pollo como aporte proteínico, mejor que mejor.

Más antioxidantes
Las vitaminas A, C y E y los minerales como el selenio y el zinc te ayudarán en los procesos infecciosos. Frutas, verduras, frutos secos, aceites y algo de carne roja te ayudará a sentirte mejor.

Duerme
Dormir es la mejor forma de curar una gripe o un resfriado. Meterse en la cama y dejar que el cuerpo actúe es una fórmula de éxito seguro para ganar esta batalla.

Si hay que parar unos días, se para
Nuestro cuerpo nos lo agradecerá y se curará más rápido que si forzamos la máquina hasta que diga basta.