Son muchos los deportistas de élite que se han beneficiado por años de la terapia de campos magnéticos. Esta ayuda hasta en un 30 por ciento en la recuperación de las lesiones
Con los campos magnéticos pulsados (CEMP) se pueden tratar las lesiones más comunes en los corredores. Como edemas óseos, estrés en calcáneo, tendón de Aquiles, osteoartritis y tendinopatías, entre otras, ya que actúan directamente sobre la zona, de manera no invasiva e indolora.
El aplicador conectado al generador de impulsos se coloca directamente sobre la zona lesionada y los CEMP activan la función celular incrementando los factores de crecimiento y actuando como biorregenerador celular.
Los campos magnéticos pulsados generan corrientes intermitentes similares a las producidas por la carga mecánica aumentando la síntesis de colágeno y proteoglicanos. Incorporando calcio al hueso y favoreciendo la actividad proliferativa de los fibroblastos y los linfocitos, disminuyendo la reabsorción ósea y multiplicando la penetración vascular.
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Dependiendo del tipo de lesión y de su gravedad, el generador de impulsos aplica una frecuencia y una intensidad concretas. La terapia es muy sencilla de aplicar, pero requiere paciencia y disciplina.
Es importante distinguir entre aquellos equipos que permiten una terapia intensiva de hasta ocho horas. Esto es, por tratarse de equipos electromagnéticos de baja frecuencia y muy baja intensidad, que emiten radiaciones no ionizantes. Por lo que no actúan de manera perjudicial sobre el organismo. En cualquier caso, los CEMP son una terapia médica supervisada por un traumatólogo. Que será quien, a través de pruebas diagnósticas, recomiende la mejor manera de tratar la lesión.
En definitiva podemos decir que los campos magnéticos pulsados aceleran la recuperación de la lesión.
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