¿Te da pereza entrenar? No te preocupes, incluso los corredores más motivados sentirán que no desean entrenar de vez en cuando. Pero, “no te dejes”, prueba estos diez mandamientos antes de perder la batalla
Entrenar a veces no es tan fácil, pueden haber días en donde el cuerpo y la mente dicen que no sean salir a rodar, no está mal quedarse de vez en cuando en casa descansando. Pero para esos días en donde la pereza se vuelve rutinaria te tenemos estos 10 trucos para que te levantes y salgas a entrenar.

1. Recuerda tus motivos
Adelgazas de forma saludable, te sientes mejor, estás en forma, superas retos personales… o simplemente porque te gusta. No hay nada más motivador que descubrir por qué quieres correr y comprobar cómo logras tus objetivos, no solo pensar en los beneficios de correr a corto plazo. Detente uno instante y en cada entrenamiento y analiza el placer que te genera correr: los paisajes, tu respiración, la sensación de energía, el ritmo, el sentirte vivo, etc.
2. Has que tus entrenamientos sean lo más placentero posible
No importa por qué sabes correr, si cada entrenamiento es una «tribulación» para ti, será inútil. Si puedes hacer ejercicio en un entorno natural, con una temperatura agradable, y si es posible, acompañado de corredores de tu nivel, todo será más agradable. A veces vale la pena viajar y encontrarse con amigos.
3. Compromete con el entrenamiento
Si ya pautaste con alguien, y tienes que cancelar el entrenamiento, debe ser porque realmente estas desmotivado. Aunque el compromiso más importante es contigo mismo: invierte unos días y horas de ejercicio obligatorio, pero no lo dejes para «cuando puedas», de lo contrario nunca podrás. Mejor aún, apégate a un plan de entrenamiento que se adapte a tu nivel.
4. Varia las rutinas
No importa lo bien que lo te esté yendo con un mismo método, ningún entrenamiento dura para siempre. Si siempre haces lo mismo, eventualmente te aburrirás y no mejorarás. Debes variar según la temporada. A veces es mejor hacer una pausa y descansar, dejar de correr, dedicarse a otros deportes y volver a correr con más ganas. Los corredores son reacios a aceptar estos cambios, pero los resultados te sorprenderán.
5. Sé realista
Si planeas perder 10 kilogramos en un mes o clasificarte para un campeonato mundial seguramente te decepcionará. Establezca metas realistas que se adapten a tu nivel y sigue un plan progresivo. Es mejor quedarse corto que sobreentrenar y quedar exhausto o lo que es peor quedar lesionado. También se ha entrenado la capacidad de sufrir. No te des una gran paliza un día, porque mañana tendrás dificultades para encontrar la fuerza para correr.
6. Evita las lesiones y si ocurren, ten paciencia
Un plan progresivo que coincida con tus probabilidades puede ayudarte a prevenir lesiones. No empieces un entrenamiento intenso sin un buen calentamiento, ni termines el entrenamiento sin estirar. No hay nada más desconsolador que un entrenamiento doloroso y con molestias.
7. Vigila tus entrenamientos
No importa lo bien que te sientas, debes controlar el tiempo y la intensidad para no preocuparte demasiado por las consecuencias mañana. Hidrátate antes, durante y después del entrenamiento. Esto te ayudará a entrenar mejor y con menos esfuerzo.
8. “Echa Mano” De los entrenamientos anteriores
¿Cuántas veces empezaste sin entusiasmo y luego hiciste un entrenamiento excelente? La mayoría de las veces, la indiferencia terminará con el calentamiento. Los entrenadores personales son un gran motor en nuestros entrenamientos.
9. No te compares
Todas las comparaciones son molestas, especialmente las comparaciones deportivas. Quizás te hayas sentido frustrado al pensar que tu compañero ha perdido más peso que tú o que rinde más que tú, recuerda que nadie es igual y cada quien tiene un nivel, un estilo y una preparación diferente.
10. Sentido de progreso
Incluso si tu objetivo no es la competencia, siempre anima establecerse un objetivo.

Recuerda que la única competencia es contigo mismo al igual que el compromiso de entrenar, así que comienza con ponerte un objetivo y ve tras el pese a todo pronóstico.